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Autor: Ariel Zapata

Comentario:

Según escuche en la TV, que los jóvenes en México (por verificar), son 26 millones, y que muestran el recelo de no ir a votar. Este hecho, si lo es, nos indica que el joven, racionalmente, requiere del manejo de la verdad, para seguir hacia adelante con la semblanza de creer en nosotros mismos a conciencia plena. Acaso podremos entender que a la población en general, hay ya, que decirle la verdad diariamente y hacerlo de manera cotidiana durante el día, si es que no queramos divorciarnos de la realidad, como al parecer está sucediendo con los jóvenes. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro

Comentario:

"Con Ojos y Oídos de Niño... de 82 Años, Clamando en el Desierto". MONTERREY, CIUDAD DESVENCIJADA Y DESTARTALADA. ¿Por Quién? Por el pueblo y las autoridades. ¡Yo quiero y puedo ser el mejor alcalde! Ya he comentado mis amados y pocos leyentes, que salgo poco de mi casa. Solo lo hago para ir al mandado, al médico u otros menesteres domésticos, lo cual sucede cada diez días o cuando me invitan a pasear mi hija o mis amigas. Por lo mismo, puedo percibir el constante incremento en el deterioro de las ciudades del área metropolitana de Monterrey. Me topo en cada vuelta, con 15 o 20 fugas de aguas negras, nuevas y viejas, escurriendo calle abajo por kilómetros, contaminando casas, calles y escuelas. Muladares o basureros gigantes, creados por la ciudadanía irresponsable, que una vez removidos, retornan a su estado normal, en pocos días. Fosas sin señalización de peligro, abandonadas por Agua y Drenaje de Monterrey, rodeadas de montañas de escombros y en las cuales han caído lo mismo automóviles con sus ocupantes, que ancianos, niños, mujeres embarazadas y animales de todo tipo. Postes rotos, colgando de los alambres que debían sostenerlos y a punto de causar accidentes fatales. Agua potable brotando a raudales, cuesta abajo, por varios días, a pesar de los anuncios oficiales de usar solo 100 litros para bañarse. Automóviles chatarrizados y viejos, abandonados en la vía pública, que desatan pugnas y odios entre vecinos, que se acusan mutuamente de reportarlos, cuando tránsito los recoge. Enormes baches, profundos pozos y socavones insondables, que han causado la muerte de inocentes personas al volante. Bordos de tierra levantados por quién sabe quién, que desarman las suspensiones automotrices, deforman rines, revientan llantas, descuadran marcos estructurales, y quiebran brazos de la dirección. Mega telarañas, de cables de todo tipo, desde eléctricos, telefónicos, de televisión, muchas veces colocados a una altura tan baja e inconveniente, que se enredan los techos de los vehículos de carga y también de pasajeros, dejando sin esos servicios a la población que los paga puntualmente. En muchas ocasiones, se daña a los más vulnerables que usan y consumen medicinas y alimentos que requieren refrigeración. Pipas de agua, que entregan el vital líquido, "Ad Libitum", es decir, ¡por mis huevos! a los ciudadanos cautivos de sus trapacerías. Mientras los mal nacidos, ruines, viles e importa madristas políticos se bañan en sus albercas bebiendo jugo de naranja o de cebada, en compañía de sus adorables familias, amigos y compañeros de viajes electorales. Recolección de basura inexistente, con calles, barrios y colonias completas, en las que jamás han visto un camión recolector, en años. Casas particulares y hasta edificios oficiales, abandonados por décadas, que son refugio de malvivientes, usuarios de drogas, disfuncionales sociales de todas las clases y clasificaciones habidas. Que mantienen a la población en vilo, especialmente a los niños, las mujeres y los ancianos, por el temor a ser víctimas de sus problemas, que, en la mayoría de los casos, son de larga duración. No hay autoridad que los meta en cintura y hasta pactan con ellos. Rutas urbanas desvencijadas, sin bitácoras del obligatorio mantenimiento para su mejor desempeño, en beneficio de la raza usuaria, que paga sus pasajes sin recibir el servicio prometido y esperado. Nadie puede creerlo, hasta que lo vive, que muchas personas de nuestras ciudades invierten hasta cuatro horas diarias, si, ¡cuatro horas! en días laborales, para llegar tarde a sus trabajos. Yo padezco EPOC y asma bronquial, por contaminantes que abundan en nuestros cielos, otrora azules, diáfanos y transparentes, ¡Yo los conocí, los disfruté y los viví! Nadie puede decime que no existieron en años anteriores, ahora son de color corrupción naranja. La raza de todas las edades se siente amenazada por las constantes ejecuciones, a veces en plena luz del día y en presencia de madres y sus niños de todas las edades. Y lo que es más grave en lugares concurridos por familias y toda suerte de transeúntes, inermes, vulnerables. Todo eso y más, que me faltó describir, es el MONTERREY DESVENCIJADO Y DESTARTALADO, aunque les duela. NOTA BENE; Aun así, con todas estas fallas, COLOSIO tiene la desvergüenza y los huevos tan azules, de postularse para senador naranja. ¡Quitémosles la cáscara a las naranjas! Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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