Skip to main content

Autor: Federico Zertuche

Comentario:

Más papista que el papa. Los brutales recortes presupuestarios de López, sin miramiento alguno, resultaron mucho más neoliberales que los de un ultra ‘tatcheriano’ enfurecido. Y todo para distraer esos recursos a fin de regalar directamente dinero “a la gente” como si fuese de él, y así fortalecer sus redes políticas clientelares color morado-morena, y para sus faraónicas obras, inviables, desfasadas e improductivas, que también pagamos los mexicanos, no él. El caso denunciado por Germán Martínez en su sustentada renuncia al IMSS: cortar brutalmente recursos a la salud pública, es inaudito, como las estancias infantiles, quitarle recursos a los enfermos para dárselos a un barril sin fondo como Pemex, en quiebra técnica por donde se vea, a la Refinería Dos Bocas (Dos Hocicos) cuando todo mundo sensato y responsable que sabe y aporta evidencias, le ha recomendado al presidente que NO la haga, al igual que sus trenes Maya y Transístmico (le gustan los trenecitos, cuando en el resto del Mundo van de salida ya no son rentables sino deficitarios, subsidiados y muy costosos), pero bueno, ya ven que el señor es terco. Si ya destruyó un aeropuerto internacional de primera, con avance del 32%, tirando a la basura miles de millones de dólares, y callaron casi todos, ‘life goes on’, a otra cosa mariposa.  Mientras tanto, todo el sistema de salunacional de salud pública está colapsado, sin suministros básicos y urgentes, sus pacientes en total indigencia y crisis médica. Y eso que López ya anunció, decretó y dio por muerto al neoliberalismo, hasta extendió certificado de defunción. Lo que no vimos es que tenía la mano izquierda escondida cruzando el dedo índice con el medio, haciendo ‘changuitos’. Ya ven que es muy mañoso el lagarto, o ¿muy lagarto el mañoso? ¿Tren Maya? No, gracias #Yo prefiero la selva. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Autor: Vico Canales

Comentario:

Sin la menor duda, el mejor torero en esta década es peruano, su nombre: Andrés Manuel Roca Rey, quien abrió y salió por la puerta grande de la plaza madrileña. Es un torero que se arrima, pisa terrenos muy comprometidos a los astados, pero sobre todo que añade a estos ingredientes básicos, el temple, mando y trazo en su labor de muleta. Ya lo vi tres veces en la Plaza México, lamentablemente sin suerte, pero en Madrid sí los españoles han tenido la dicha de ver a esta gran figura del toreo. Es un torero diferente, serio, de entrega, torea al toro, no al público como otros, él Roca Rey nació para ser torero y lo está logrando. Qué manera de entregarse Roca Rey, de torear con mucho sabor, sentimiento y una apasionada entrega, destacando su temple y mando. Un torero diferente, destacando su valor, pundonor y esa seriedad con la que realiza sus trasteos desde la capa y después la muleta. Andrés Roca Rey ya está en la historia, le falta, claro, triunfar en la plaza mayor del mundo (en capacidad) la Monumental de la Avenida Insurgentes en México, la capital de nuestro país. Estoy seguro que en la próxima temporada capitalina que como todas desde hace muchos años asistiré Dios Mediante, lo van a ver los capitalinos. Y también pronostico y son mis mejores deseos que abra la puerta grande el embudo de la avenida Insurgentes, que Dios nos permita la dicha de verlo en plan grande en la plaza grande. Por lo pronto gracias a mi amigo Alejandro Lambretón Narro, pude disfrutar la gran faena de Roca Rey en Las Ventas de la capital española. Ya lo disfruté tres, cuatro o seis veces y no me canso de paladear ese toreo de entrega, valor, emotivo y variado del peruano, considerado ahora sí, el mejor de todos. Tengan ustedes la bondad de ser felices. Sin olvidar las tres cosas mejores de la vida: Salud, dinero y amor. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro

Comentario:

"Con Ojos y Oídos de Niño". El Mole. Aunque debería decir, los Moles, pues son varios los que se preparan en el territorio nacional, se entiende que me refiero a ellos genéricamente. Conozco algunas personas que no les gusta, por indigesto. La mayoría son extranjeros, y lo entiendo, pues es un complejísimo  platillo de elaborar, y por lo mismo, de digerir para estómagos no familiarizados con ellos. Los mexicanos deberíamos sentirnos orgullosísimos por ser los depositarios de esas recetas culinarias. Estoy convencido, que existen en todo el planeta, pocos manjares que tengan la composición tan variada y compleja, de uno de los alimentos insignia, de nuestra mesa. Los varios chiles, el piñón, el pistache, el chocolate, la canela, la hoja santa, el ajonjolí, el cacahuate, las almendras, la pimienta, los totopos, el pan tostado, el pollo, el puerco, y todos los demás que agrega cada región en su versión local. Conozco y he probado varios alimentos y pitanzas de países europeos, como Francia, Italia, Alemania y España. Así como de los Orientes, Cercano, Medio y Lejano, que incluye a países árabes, chinos y japoneses. Todos tienen, sus estrellas gastronómicas, sin duda. Pero en mi humilde opinión, no sobrepasan a nuestros moles en diversidad de elementos. Y en la cuidadosa puesta a punto, tiempo de incorporación, grado de tostado, y molido, de cada elemento. Hace unas semanas, escribí sobre el Mole Verde, señalando su ponderada composición para entregar a nuestros paladares, estímulos gustativos incomparables. Ahora le toca el turno a los Moles artesanales, Negro de Oaxaca y el Rojo de otro lugar de la república. Estoy seguro que las manos que los prepararon no poseen título alguno en Ingeniería de Alimentos, ni han tomado cursos de Alta Cocina. Ni conocimientos de lo que es la reacción de Maillard, en el proceso de la cocción de las carnes. O los osmasomas cárnicos. Ni mucho menos, del Sistema Internacional de Pesas y Medidas, que les guíe en las cantidades requeridas para su elaboración. Por lo mismo, es asombroso el resultado que obtienen, con solo las habilidades heredadas de sus mayores. Por medio de la observación, y la intuición individual que cada quien aporta. Como saben ustedes, la lengua posee papilas gustativas que son sensibles a las diferentes variaciones y tonalidades del sabor. Por decirlo de alguna manera ilustrativa, y descriptiva, aunque haya quienes lo nieguen. Los invito, mis queridos lectores, a que la próxima vez que se enfrenten a un Mole, en su mesa. Cierren los ojos y traten de distinguir cada uno de los sabores que estimulan sus regiones y puntos linguales sensibles. Lo dulce, lo salado, lo picante, y lo grasoso. Hagan de esta experiencia, una oración y ocasión únicas, y permitan que el olfato se agregue al gusto, y a la vista, en la búsqueda del arco-iris  gustativo mexicano. Complétenlos con el aroma, y el sabor de una tortilla de maíz, recién hecha, y frijoles refritos, de los que sean, pero negros de preferencia. ¿Quién me va a contradecir de lo único de esta vivencia? ¡Lo reto! Se me olvidaba el acompañante bebestible, una buena cerveza o vino nacionales. Mexicanos, no coman "Llena-panzas" gringos, "hamugresas", hot-dogs y KFC´s. En México tenemos mil opciones para complacer gusto y hambre. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Autor: Ricardo Garrés Valdez

Comentario:

 

Una realidad diferente. Parece que Zoe Robledo no informo bien a AMLO en su mensaje mañanero del jueves 23/2019 a los mexicanos. Es bonito tener metas elevadas y grandes ideales, pero es más productivo cuando se ponen los pies en la tierra y estos no son de barro. Tener un sistema de salud igual que el de Dinamarca es imposible, ya que el ingreso per-cápita de sus habitantes es superior a los  50,000 dólares e impuestos del 53 % -sin “condonaciones a los ladrones”-anuales, o el de Canadá, con uno de más de 48,400 e impuestos del 39.3 %  (cifras del 2017). Esperar que México vaya a tener el sistema de esos países son totalmente irreales, con un país cuyo ingreso per-cápita es de 19,900, e impuestos del 22.7%. Con una equidad en el ingreso, Gini index de Dinamarca 29 (2016), Canadá  32.1 (2005),  México 48.2 (2014). (Fuente: CIA). Pocos ricos y millones de pobres. Esto es importante porque una parte importante de la población contribuye menos de lo necesario para el gasto en salud, y sin embargo, los padecimientos tienden a presentarse más fuertes entre los mexicanos pobres, con una alimentación deficiente, terriblemente ignorante y como consecuencia consumiendo enormes cantidades de azúcar y sal, produciendo obesidad, y como consecuencia de ambos: enfermedades crónicas: diabetes, cardiovasculares, osteoporosis y cáncer, entre otras. Además, los mexicanos tienen más propensidad a la diabetes que los dinamarqueses y los canadienses (excepto su población india). El consumo excesivo de sal produce alta presión, enfermedades cardiovasculares y peligro de un ataque al corazón. (Fuente: World Health Organization). Cuál es el origen de la obesidad: Un exceso de consumo de calorías; aunado a una deficiente actividad física: más consumo de alimentos y azúcares, más peso, simple. Y en esto, nos espera una lucha  sin cuartel contra las compañías productoras de refrescos azucarados: en esto no puede haber ni perdones ni tolerancia. Pero; es importante tener los pies firmes en  la tierra y mirar al cielo: tener visión y metas; de otra manera, es como el Bismarck en la Segunda Guerra mundial, ante el ataque inglés, con motores poderosos pero sin timón. Dado el diseño del DN de la población mexicana, donde encontramos ser propensa a la diabetes, el IMSS debe de adoptar un papel líder en el combate al consumo de azúcar, principalmente refrescos. El exceso de consumo de sal es el segundo enemigo a combatir. Ambas políticas producirán una población más saludable y longeva. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

  • Creado el
Subir
Bajar