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Autor: José Rivero

Comentario:

¡Bien haya! La tasa de mortalidad para adultos era XX.X % y ahora se duplicó. Sigue siendo muy inferior a las de siglos pasados. So what? Viviremos menos años y hacerlo sin protecciones y sanas distancias aumentará las tasas de mortalidad. So what? Nos acostumbraremos sin lugar a dudas, de cualquier manera después de los 75 años no es tan divertido. Hay que echarle ganas con o sin posibles vacunas y si nos toca enfermar “bendito sea Dios”. Hay que agradecer por la vida que nos da y que nos dio. Agradecer también que a niños y jóvenes no les afecta mayormente. ¡Bien haya! 2/ Una luz de esperanza. Se descarriló la economía. La vieja economía ya estaba enferma y atiborrada de medicinas, el fin de la orgía económica ya estaba cerca y entonces llegó la pandemia que nos descarriló. Un libro titulado “se acabó el baile” (The Party is Over) de Richard Heinberg pronostica el fin de la economía como la conocemos y en su último capítulo toma como modelo del futuro económico a la economía de Cuba. Según Heinberg la nueva Economía solo puede “cargar” a tres billones de seres humanos por lo que sobran otros tres. Pretender futurear hoy es por demás aventurado, pero de que el cambio va a estar feo y turbulento que nadie lo dude. No todas las monedas de los países sobrevivirán y el aparato industrial mundial será redefinido. Por su lado el aparato comercial sufrirá una fuerte poda salvándose solo el agro que sin duda se convertirá en pilar de la nueva economía. Apocalíptico ¿Yo? sin duda. Qué bueno que no pase nada. Para acabar con una nota positiva tiro lo que está aquí escrito al escusado y les platico de la brillantísimo Master Plan y exposición de Carlos Salazar Lomelín del Consejo Coordinador Empresarial frente al Senado de la República liderado por Ricardo Monreal. He ahí una estrella de esperanza. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Autor: José Luis De Hoyos Villarreal

Comentario:

Criminales eso son la falsa pandemia es un negociazo de políticos corruptos, médicos y medios de comunicación coludidos. (De nuestra página de Facebook)

 

Autor: Federico Iglesias Ferrara

Comentario:

De Hoyos: La desinformación es también corrupción. No divague mentiras. La pandemia existe, o que: ¿Los enfermos y muertos son simulación? (De nuestra página de Facebook)

 

Autor: Guillermo Martínez Berlanga

Comentario:

El tribunal del planeta tierra: el juicio de Monterrey. Un valle de encinos muertos custodiaba el tribunal, al frente de éste se encontraba elegantemente, ataviado y colgado de cabeza, un juez murciélago. El jurado lo integraban una cañada invadida, una nube contaminada y un perrito de la pradera mutilado. Expectantes estaban el resto de los animales y las especies nativas de la flora de Nuevo León. El acusado era la sociedad regiomontana, representada por un político corrupto, un empresario desalmado, un habitante desinteresado, un activista vendido, una industria necia e insensible y un reportero comprado. Nuevo León –dijo con tono serio el juez murciélago- tus crímenes son devorar montañas, contaminar ríos con petróleo, envenenar el aire que respiras. Por décadas te dedicaste a invadir los cerros, a construir tus palacios altaneros en lugares prohibidos.

Despreciaste a la naturaleza, te apropiaste de un río injustamente y no aprendiste la lección. Les robaste a los osos sus casas y los capturaste, y ultrajaste cuando entraron a las tuyas, le quitaste al agua su reino, derribaste bosques para hacer estadios. A ti, político, te acuso de vender tus acciones, de entregarte a los empresarios corruptos, de simular que amabas a la naturaleza y crear dependencias para defenderla. Se te acusa de faltar a tu labor de proteger el suelo que gobiernas y de prestarte a los más graves ecocidios; como testigos llamó al bosque la Pastora, al Cerro de la silla y al Parque Fundidora. A ti, empresario desalmado, te acuso de hacer todo por dinero, de robarte el agua en las montañas, de priorizar la riqueza por encima de la tierra. Tu avaricia no tuvo límites; como testigo, llamo a los niños con cáncer, a los enfermos terminales por problemas respiratorios y a todos los manantiales secos. A ti, habitante desinteresado, te acuso de preferir el futbol que a tu propia tierra, te acuso de ver cómo nos destruían y no hacer nada. Preferiste observar la televisión y mirar a otro lado mientras tus montañas se quemaban. Te burlaste de los que quisieron defendernos, los ninguneaste e incluso los humillaste. Como testigos, llamo al despojo del Huajuco, a las faldas de todas las montañas y a todos los parques públicos concesionados. A ti, activista vendido, se te acusa de ser un mercenario, de impulsar agendas oscuras, de ser un lobo disfrazado de oveja. Menospreciaste a todos aquellos que se oponían a tus patrones, monopolizaste la defensa de la tierra para luego dejarla abandonada. Usaste nuestra causa para que las empresas te pagaran y, después, dejar a la tierra abandonada a su suerte. A ti, industria necia e insensible, se te acusa de aferrarte a tu falsa inocencia, negaste siempre tus crímenes, jamás admitiste tus errores. Se te pidió muchas veces que cambiaras tu paradigma como se hace en el primer mundo. Pero por mezquino te negaste. Creíste que el planeta se compraría tus cuentos baratos. Pero no, la tierra no perdona ni olvida. Como testigos, llamo al derrumbe en el fraccionamiento Antigua; al aire contaminado afuera de Ternium; al oxígeno que destruiste en las pedreras y las cementeras. Y a ti, reportero comprado, te acuso del crimen más grave de todos: de engañar a la gente. De censurar a las voces críticas y promover a las pagadas. Fuiste tendencioso con tus notas, ignorabas hechos graves y preferías hacerle promoción a todo aquel que pagara, ya fuese a la empresa sin responsabilidad social o al politiquillo de moda que quería seguir chupándose el erario. Como testigo, llamo a todas las voces que ignoraste y a todos los desplegados que mostraste. Aunque sus pecados son diferentes, su sentencia será colectiva, este tribunal del planeta les sentencia a 20 años de inundaciones por robarle al agua, a 20 años de oxígeno sucio por envenenar al cielo; a dos décadas de fenómenos meteorológicos extremos por destruir los bosques, a ver cómo sus familiares se asfixian por lo que ustedes mismos hicieron. En nombre de todo árbol, río, animal y planta que destruiste, tendrás que pagar con un futuro gris y sucio, con la incertidumbre de no saber en qué momento un huracán destruirá tus calles. El Cerro de la Silla se levantó en aplausos, los encinos muertos reverdecieron y los ríos desviados volvieron a resurgir. El regiomontano quiso apelar, pero ya era demasiado tarde. La corte del planeta no sabe de amparos ni suspensiones, y si bien esta sentencia quizá tarde en llegar, tengamos por seguro que de seguir así, tendremos que pagarla todos más temprano que tarde. Twitter : @gmtzberlanga

 

Autor: Víctor Vela

Comentario:

Un pueblo globero. Así se ha venido calificando despectivamente, en últimas fechas, al pueblo mexicano por parte de algunos comentaristas aferrados a equiparar el autoritarismo de nuestro pasado reciente con  la orientación crítica del actual proceso democrático. Como “un pueblo globero” se consideraba a esa mayoría de los ciudadanos fáciles de distraer desde la cúpula de un gobierno dictatorial, situación que se acentuó en México durante el porfiriato, cuando alguien se atrevía a pronunciar algún discurso contrario al régimen en alguna concurrida plaza pública, era común en tales casos elevar globos para desviar la atención de aquella gente. A fines del siglo antepasado llagaban hasta mi natal, Gral. Treviño, N. L., anécdotas adaptadas a las conductas pueblerinas que, para muchos citadinos, en todo tiempo se han venido considerando algo toscas. Contaban mis abuelos lo sucedido en un pueblo típico al cual una vez lo visitaron dos aventureros que se asentaron en la plaza principal: uno se puso a lanzar pausadamente grupos de globos que pronto llamaron la atención a la totalidad de los pobladores, quienes acudieron masivamente a ver el origen del inusual acontecimiento; el otro forastero se aprovechó de la situación para saquear las solitarias casas, llevándose una considerable cantidad de los objetos más valiosos propiedad de aquellos distraídos espectadores por la colorida nube de globos. La duración del espectáculo fue suficiente para que los dos rufianes tuvieran tiempo de reunirse en la entrada del lugar y  emprender luego la graciosa y veloz huida, no sin antes colocar una gran manta que decía Adiós pueblo globero. Desde sus orígenes y por mucho tiempo los medios de información, al servicio del poder y del dinero, estuvieron en posibilidades de distraer a la opinión pública de aquellas noticias que arriesgaran  a los privilegiados y sus intereses creados. Además de desviar la atención, se daban el lujo de mentir reiteradamente hasta convertir la mentira en la ambigua “verdad histórica”. Decían, y hasta presumían, lo fácil que era manipular a un pueblo globero. Gracias a los avances tecnológicos en materia de comunicación, ciertos negocios de la propagación informativa de los últimos lustros han ido perdiendo prestigio, sobre todo aquellos que se empeñan en seguir practicando las perversidades evidenciadas por un público mejor comunicado y cada vez más exigente. De manera progresiva, las redes sociales han logrado indagar con audacia los comunicados relevantes y evitar la difusión de notas falsas; también, los distractores se encuentran limitados por la rapidez con la cual una nota de alto impacto sale a la luz pública. Las actuales circunstancias han provocado acciones precipitadas propias de un conservadurismo insensible, al grado de no tener otra opción a seguir de mayor calado que una burda guerra sucia. Por lo tanto, las mentiras tienden a tener más corto su ciclo vital y los distractores suelen esfumarse en el arranque. Como  indicador del cambio de régimen en cualquier país es natural, por buen tiempo, ver un pronunciado crecimiento de notas importantes difíciles de explicar a profundidad a corto plazo, llegando a saturar la agenda de los medios informativos, situación que aprovecha el conservadurismo para procurar  enredos y cortinas de humo, evidenciando el sesgo ante la nueva realidad. Sin embargo ya les llegó el momento de reconocer, si quieren sobrevivir, que gran parte de mexicanos tenemos dignidad al dejar de ser aquel degradante pueblo globero. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro

Comentario:

"Con Ojos y Oídos de Niño". Torres, Campanarios y Cúpulas de Iglesias, desde la ventanilla del Tren Águila Azteca. Ya he mencionado que, en los años 40, mi familia toda, hizo varios viajes anuales, desde la frontera norte a la ciudad de México. Tanto en autobuses Flxible, como en el famosísimo tren Águila Azteca, que demoraba mínimo 24 horas y hasta 48, si se daban condiciones adversas de todo tipo, para su avance. No sabría enumerarlas, ni describirlas, pues solo se nos informaba que habría retrasos. Después me enteré cuales eran, pero nos permitía a la chiquillada gozar de muchas horas extras de diversión y correteo, de un vagón a otro. En mis anteriores descripciones de estos viajes, omití mencionar uno de los más comunes y grandiosos espectáculos observados desde la ventanilla del vagón férreo. Entre más nos acercábamos a la ciudad de México o al centro del país, más se acentuaba este fenómeno arquitectónico. Por más pequeño que fuera el asentamiento humano por el que pasáramos, contaba con uno de estos edificios a su medida. Como testigos de la época colonial y de la religión practicada por los lugareños, aparecían estos monumentos que, en su mayoría eran de piedra. Investigadores de esa época, sostienen que son una muestra de la vocación constructora de los españoles, heredada de los romanos. Si comparamos la invasión anglosajona de Norteamérica, no encontraremos paralelo con lo que hicieron los hispanos, a lo largo y ancho del resto del continente americano. Especialmente en la Nueva España, el más importante de los virreinatos españoles en América. Iglesias, conventos, torres, campanarios, cúpulas, ermitas, cárceles, escuelas, hospitales, y puentes. Además, de seminarios, edificios públicos, capillas, santuarios, aduanas, y garitas, todos, forman parte de este extensísimo muestrario arquitectónico. Muchas veces, apoyado en la obsesión de nuestros pueblos originales, como los olmecas, los mayas, los aztecas y los teotihuacanos, de dejar su impronta pétrea, en su paso por esta su tierra usurpada. Aun así, los gringos se la han pasado diciendo que somos un pueblo inculto, si nos comparan con ellos. Se les olvida que, en el Siglo XVII, cavaban enormes hoyos en el suelo para vivir y les ponían techo de ramas, pues no sabían cómo construir una casa decente. ¿Quiénes serán los verdaderos cerreros? Recuerdo a mi abuela santiguándose, cuando alcanzaba a divisar un campanario, torre o cúpula de iglesia. Me decía que lo hacía para pedir por la buena conclusión del viaje. Hay que reconocerle a don Porfirio que haya heredado ese prurito constructor hispano, pero en el área ferrocarrilera. Pues al terminar su mandato, dejó un total de 25,500 kilómetros de vías férreas instaladas funcionando. Muchas de las cuales siguen operando en sus trazos, y que no han sido igualadas, ni superadas, por los nuevos dueños de nuestra industria del caballo de hierro. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Autor: Ricardo Garrés Valdez

Comentario:

"Estrategia de Seguridad es un Desastre" Marko Cortes, PAN. Pues sí, sobre todo si lo vemos comparativo con la gestión de su diminuto presidente, Felipe Calderón, quien declaró la guerra a los carteles y produjo más de 100,000 muertos, perdiendo la guerra a la "ridícula minoría": ¡Todo un éxito! Luego, todos estos empanizados salen en sus carritos nuevos el fin de semana a "protestar" contra el gobierno de AMLO, sin saber que no llegan siquiera a medio millón, contra 60 millones que aprobamos a AMLO. Estos retrógrados creen que México es Chile; donde unas cuantas féminas sonando cazuelas animaron a un criminal a un golpe de Estado ayudado por la ITT y la CIA. Por allí alguien comentó que los retrógrados son mayoría, porque sumando los ricos, la clase media alta, media-media y media baja son mayoría. No sé qué tantos sean, pero los más de 60 millones de pobres no son precisamente minoría en México: Simples engaños. Y el capitalismo americano explota a toda la nación: más de un trillón de dólares al año (medida inglesa); igual que en México, con más del 60 % de la gente en la pobreza. "The Jobs we Need", NYT. Y luego con ese presidente, un "White Supremacist", el país empeora, ya ven, tienen récord global de contagios y de decesos, gracias  la retrogradez de la gente blanca: como los fifís pananasos, si no fíjense en sus carritos cuantos morenos ven... un país racista igual que Estados Unidos. Con AMLO el pueblo progresa y avanza sin lugar a dudas. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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