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Autor: José Rivero

Comentario:

¡Ya Basta! Dicen que el gobierno de MORENA está muy mal y no lo voy a negar… pero yo acuso no sólo al gobierno sino a toda la sociedad mexicana o sea gobierno y pueblo. Como es posible que hemos olvidado e ignorado a tantas familias hermanas que sufren tanto o más que en Ucrania y Gaza. Nada más de desaparecidos son 127,000 y la ciudadanía solo cambiamos de canal. Una familia flagelada por las desapariciones no sólo sufre el peor dolor, aparte no duermen y los dejamos solos. El nuevo ¡Ya Basta! Es hacia nosotros mismos. ¡Ya Basta! Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro

Comentario:

"Con Ojos y Oídos de Niño de 84 Años... Clamando en el Desierto". Ante el Espejo, ¿Te Gustas o te Disgustas? Creo que esta pregunta es más importante hacérsela a las mujeres, que a los varones. Recordáis, mis amados leyentes, aquello de "Espejito, espejito en la pared, ¿Quién es en el mundo, la más bella mujer? (Claudia vs. Corina). Cuando le respondió que era Blanca Nieves, planeó darle cuello o escabechársela. Ellas si están dispuestas a lo peor, hasta a morir, con tal de ser las más bellas. Si no lo creen, revisen en los medios, las muertes de mujeres que, buscando belleza, en cirugías estéticas de dudosa calidad profesional, terminan sus vidas desfiguradas o en un féretro. Los Hombres nos aceptamos más fácilmente con nuestra fealdad, que las damas. Yo, desde niño escuché que el hombre debe ser Feo, Fuerte y Formal, y lo integré en mi sistema de creencias y valores masculinos. Así he vivido en paz, conciliado con mi genética de fealdad extrema, exacerbada por la vejez y que me consta que es inmodificable, ni yendo a bailar a Chalma. Además, ambos sexos somos socializados con diferentes expectativas, para la vida. A las niñas, indebidamente, se les enfatiza que deben ser bellas, graciosas, femeninas, delicadas, ignorantes y elegantes. Reto a las más radicales feministas a que me demuestren lo contrario, pues aún entre ellas mismas se da el fenómeno de sentirse bien consigo mismas por estas variables. Como a cualquier mujer, les preocupa el bigote, la barba, la verruga y las arrugas. Por eso, se dice que el peor enemigo de una mujer, antes que otra mujer, ¡Es el espejo! Cuando se refleja en él, se observa críticamente, la forma de sus ojos, su nariz, sus pestañas y cejas, sus oídos, el tipo de cabello que le tocó en la lotería aleatoria genética. Y según va bajando su observación anatómica ante el espejo, mayor o menor es el grado de satisfacción o insatisfacción que va experimentando. He leído varios reportes que me parecen exagerados, que afirman que el 60% de la economía mundial, depende o está relacionada con las cosas y necesidades de la mujer. Como prueba de este aserto o afirmación, sugieren que tomen nota de la enorme cantidad de productos que se anuncian y promueven para satisfacer imaginarias y supuestas carencias femeninas. O cosas que cumplen con las esperanzas de las bellas y que las malévolas, perversas, pervertidas, perturbadas agencias de publicidad saben explotar a la perfección. Desde el vello en diferentes partes del cuerpo, el olor corporal propio de la fisiología única de ellas, hasta el perfil, firmeza y volumen de los pechos, los glúteos, el abdomen, la celulitis o piel de naranja, la postura general del cuerpo y cien más, muchas de ellas inventadas por los inmorales genios mercadotécnicos, como es el vello de la mal llamada ¿Región íntima? al cual valoran como una característica negativa femenina. ¡Dios mío, castígalos, señor! El caso de los varones es diferente, si comparamos la cantidad de cosas que se promueven para satisfacer insatisfacciones de los hombres, vs. las de las bellas, la diferencia es brutal. Hace varios años, algún bellaco, pillo y truhan publicista, intentó y pretendió introducir el ridículo, cursi y patético neologismo y concepto de "Metrosexual", con la idea de convencer a los hombres de invertirle un poco o un mucho, a su apariencia total, tanto en su físico, como en su vestido y modales. Todo, en beneficio de la industria cosmética y de la moda. Porfiaron por varios meses o no sé si años, pero parece que ya se convencieron de que, a los varones, lo que menos les importa es dedicarle tiempo y dinero a la modificación de la imagen que el espejo les regala cada mañana. Con muy poquito o lo mínimo, nos conformamos. Pos como dicen en el rancho, "Pa´ llevar las patas arrastrando, lo mismo da atrás que en ancas". Je, je, je. Nota Bene; Llegan dos damas a una fiesta con atuendos iguales, se observan como enemigas juradas, se maldicen en privado y salen violentamente del lugar para cambiarse de ropa; Llegan dos hombres al mismo lugar, vestidos con trajes idénticos, se observan, se ríen y se preguntan, ¿Dónde lo compraste o cuanto te costó? ¡Y se hacen amigos! Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. 

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