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Autor: José Rivero

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Ya salió el peine. No era entendido por qué al presidente hablador le interesaba tanto el ejercicio de la revocación de mandato siendo que las encuestas muestran un mayoritario apoyo a AMLH. Pero ayer salió este hablador diciendo que algunos morenistas no aprobarían que después de concluido su mandato por seis años el buscara reelegirse. O sea, la revocación de mandato serviría para mantenerse “otros” seis años, el presi quiere tomar su triunfo para decir: “ven como me quiere el pueblo”. Justo como lo hizo su compadre Nicolás Maduro. Otra cuestión: No entendemos por qué nuestro líder y amigo Carlos Salazar Lomelí se exhibe ofreciendo colaborar con AMLH (h por hablador). Nos reunimos para “conversar sobre opciones de colaboración entre el sector público y privado”. El presidente aprovecha cada ocasión para despotricar en contra del empresariado culpándolo de neoliberal. No sé, si solo es solo un odio acendrado simplemente al empresario o simple estrategia para ganarse el apoyo del sector obrero. Don Carlos sabe de aguacates y debe tener sus razones, pero a simple vista (torpe de mí parte) no podemos entender la supuesta “colaboración”. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: José Roberto Mendirichaga

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Ángel: Felicitaciones por Año Nuevo y por los 15 años de Monitor. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ariel Zapata

Comentario:

De hartazgo en hartazgo se va haciendo la cadena de la impunidad, en el resto del País no lo sé, pero aquí en Nuevo León se sigue dando la cadena de sexenio en sexenio. Ejemplo de las tropelías se observa en la fábula política “de quien puso a quien”, el sexenio de Natividad González Parás, fue borrado por el joven Medina, y el de Medina borrado por “El Bronco”, y este a su vez ¿será borrado por el actual?, todavía no lo sabemos. Ojalá no sea así. Pero si lo es, es nuestra culpa al no saber discernir a quien elegimos y tampoco se discierne en el seno de los Partidos Políticos, al seleccionar ellos, a pleno desconocimiento, a lo Maestro Torres, pero eso si a todo vapor, con la venta de imagen mercadológica, especialidad prioritaria, de nuestro sistema político en lugar de especializarse en “saber cómo”. Juan Villoro, de todos respetable, en su artículo de “las berenjenas de Leonardo da Vinci”, sobre la redención de las culpas, expresa un pensamiento ad hoc en su narrativa, “cuando todos mienten, se comparte una verdad.” Y comenta también, que “La conversación es un arte que se improvisa”. Lamentablemente en los sexenios mencionados, han sido pocos los resultados y de ineficacia, también mucha la pérdida de tiempo y es claro que vamos a menos. ¿Quién, pero quién, nos podrá corregir? Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro

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"Con Ojos y Oídos de Niño ... de 80 Años. El Bobalicón y Buscón, Padrecito Solalinde y la Santidad de AMLO. Mis amados, pocos y queridos lectores de ambos sexos, ya les he manifestado que, desde niño he sido un mal católico. Además, de un pésimo creyente y nulo practicante, de las enseñanzas de esta religión, promovida por la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana. De todos modos, he recibido 5 de los 7 Sacramentos de esa fe, por insistencia de mis santas progenitoras, mi madre y mi abuela materna. Por lo tanto, soy un católico vigente y certificado. Aun así, mis palabras frente o junto a las de un cura o sacerdote del calibre del padrecito Solalinde, sé que carecen de validez de contenido y autoridad, absoluta y totalmente. Sin embargo, no pude menos que recordar y evocar algunos pasajes de los Evangelios, que aprendí de niño. Que contrastan, chocan y desdicen lo que el padrecito Solalinde afirmó, para santificar a AMLO, casi como una enseñanza doctrinal. Ahí les van; "Todo el que odia a un hermano, es un homicida y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él". (1 Juan III:15). ¿Creen ustedes que AMLO ha dictado cátedra de amor cristiano, con sus vituperios y venganzas contra sus hermanos mexicanos? Ahí les va otra, "¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide un pan, le dará una piedra? ¿O si pidiere un pescado, en su lugar le dará una víbora? O, si le pidiere un huevo, ¿le dará un escorpión?" (Lucas XI: 11-13). Y una tercera cita, "Dejad que los niños se acerquen a mí y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos". (Mateo, XIX:14). Aquí entran los niños con cáncer, las niñas vendidas en Guerrero, las feministas con su ya chole, los científicos perseguidos y acusados de corruptos. Además, los que aprendimos a robar en las universidades extranjeras, (pinche AMLO), los empleados y niños de las guarderías infantiles. Igual que los aspiracionistas inmorales, y todos los que disienten de él. Por eso, me sorprende que esas palabras de santificación de AMLO, las haya dicho un sacerdote católico. Que está capacitado para detectar las inflexiones, y las actitudes evangélicas protestantes, en el discurso de AMLO. Me da la impresión, que la afirmación del padrecito Solalinde, solo desorienta a los creyentes de la palabra divina. Pues si se puede llegar a la santidad, siendo como es AMLO, flaco favor les ha hecho este padrecito. No solo a la mayoría de los mexicanos, que se manifiestan católicos. Sino a los estamentos de todo tipo, entre ellos, los religiosos y políticos. Imagínense un movimiento de renovación religiosa, con AMLO a la cabeza. De seguro se estaría burlando de todos los que lo siguieran, como borreguitos. Sobre todo, porque ahora AMLO puede ser propuesto para Papa, con la bendición de Solalinde. Ya que son pocos los personajes de la polaca y la sociedad en general, que encarnen la santidad, en sus miserables cuerpos terrenales, que se han de comer los gusanos o tengan derecho a ella. Se puede ser aspiracionista en religión, ¿O no? Propongo que, por la diabólica y desafortunada propuesta del padrecito Solalinde, empecemos a acostumbrarnos a llamar, "Santo Padre", a AMLO. Pues ya, desde la ONU, lanzó su bendición, "Urbi et Orbi". ¡Va bien! Lo único que se me ocurre decirle al curita Solalinde es, ¡No seas mamón, padrecito, bájale 99 rayitas a tus dichos! ¿Mexicano, deseas ser santo? Nomás pórtate como AMLO y te irás derechito al cielo de los justos. Te lo garantizo y te lo firmo. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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