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Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro

Comentario:

"Con Ojos y Oídos de Niño... de 83 Años, Clamando en el Desierto". Sincretismo Fronterizo. En la vieja iglesia católica de mi pueblito fronterizo, la única por largos años, se daba un rarísimo fenómeno social y ejemplo de sincretismo social. No sé si haya pasado lo mismo en otros pueblos fronterizos de la República Mexicana. Ese único templo estaba rodeado de burdeles, hoteles, prostíbulos y cantinas de mala muerte. Su clientela era por lo general vagabundos transterrados de otras partes del país, que llegaban para enrolarse como braceros en "el otro lado". Los domingos, a la hora de las varias misas dominicales, a las que iban las familias integrantes de la exigua sociedad fronteriza estable, se daba este evento. De estos conspicuos, circundantes, alegres lugares, salían gritos, improperios, ruido de riñas entre los enardecidos clientes o blasfemias de sus compañeras de diversión. Pero, sobre todo, la música de las radiolas incansables, que, a todo volumen, repetían las mismas piezas sin que hubiera quien se aburriera de oírlas y escucharlas. A lo largo del Santo Sacrificio de la Misa, especialmente en el momento de la Consagración y la Elevación, "Cuando todos los fieles deben de estar de rodillas ante la presencia de Nuestro Dios y Señor", que hasta parecía ser hecho adrede. Las palabras del sacerdote oficiante, eran silenciadas por esta algarabía de borrachos, que llevaban ya muchas horas de diversión, gritando, maldiciendo y a veces disparando armas. Llegaban los cuicos y la cosa se ponía "Pior", (sic). El caso es que el santo varón, cura español verdaderamente santo, pero no en el estilo AMLOdiano o Solalindeano del Humanismo Mexicano, fingía no oír, ni escuchar el alboroto externo y continuaba con su ministerio. Nunca supimos si estos sociópatas se daban cuenta de su interferencia con los Oficios Divinos, si lo hacían a propósito para molestar a la grey ahi reunida o si pedían disculpas al párroco. Por las caras de los asistentes, me daba la impresión que entraban en un estado de sordera autoinducida y no permitían que los distrajeran de su participación en el Santo Oficio. Al pasar los años, no muchos, se erigieron otras dos iglesias, alejadas de este pandemónium orgiástico, por lo cual el viejo templo se fue quedando abandonado poco a poco y casi sin feligreses. Quizá debido a este sincretismo fronterizo, los niños y jóvenes de aquellos lugares limítrofes binacionales, crecimos con una mayor tolerancia y menos prejuicios, para personas de conducta irregular, con las cuales interactuábamos libremente y sin juzgarlas. A continuación, agrego tres formas de sincretismos, que se daban principalmente en las fronteras de dos naciones: Religioso: Cuando tradiciones religiosas se mezclan y dan lugar a un nuevo culto con elementos de ambas. Como la Santería y otros ritos afroamericanos, que coexisten en toda América. Cultural: Es la fusión de distintas culturas causada por la migración, la colonización o el intercambio social. Lingüístico: Dos o más lenguas que se influyen entre sí, creando nuevas formas de expresión. Como el Spanglish, el Portuñol, el Creole francés y el Cajún Franco-americano. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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