Autor: José Rivero
Comentario:
La presidente Claudia Sheinbaum declara ufana: “Ahora los tres poderes responden al pueblo”. Le faltó decir: “Y yo soy el pueblo”, votaron mayoritariamente por mí, ¡ahora se aguantan! Hace 360 años Luis XIV rey de Francia dijo: “El estado soy yo”. L’état C’est Moi. Cuatro años después estalló la revolución francesa. 2/ Todos los ricos son malos o el síndrome Robin Hood. Es indiscutible el rumbo que la cuarta transformación con sus pisos, primero, segundo, tercero, etc. nos conducen al espejismo de la total felicidad y de la equivocada creencia y falsedad de que por justicia está la igualdad de la repartición de la riqueza. O el dicho de “ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón”. Podemos ver cómo les ha ido a los países comunistas: Rusia, Corea, Cuba, Venezuela, Nicaragua. ¿Esa es la justicia social? Además, según la doctrina Breshnev, un país comunista no solo tiene compromiso con sus ciudadanos, sino que debe esquilmar a unos y ayudar a otros. Así el huachicoleo es para ayudar a Cuba. Es en otras palabras el principio de Robin Hood que nos comparte su creador Howard Pyle del Robin of Sherwood que suena bien cuando se trata de robar a malos. O sea, según ellos todos los ricos son malos.
Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro
Comentario:
"Con Ojos y Oídos de Niño de 84 Años... Clamando en el Desierto" (Preámbulo histórico para hoy, 13 de septiembre). "Como renuevos cuyos aliños un viento helado marchita en flor, así cayeron los héroes niños, ante las balas del invasor. Allí fue... la mañana era de oro, septiembre estaba en flor... ¡y ellos morían!". Amado Nervo. (1903). Poema aprendido de memoria, en 5° de primaria. Artículo dedicado a los marinos huachicoleros y a todas las fuerzas armadas del país, que encabezan los de Morena, la 4tera. y epígonos de AMLO, entre ellos, Claudita. ¡A ver si les da vergüenza! Si Ellos Roban, ¿Por qué Yo No? Esta expresión la he escuchado desde mi infancia, en boca de amigos, vecinos y compañeros de los diferentes niveles educativos y laborales. Desde el que se metió a político, hasta el que se graduó como cuico en la Universidad Nacional Autónoma de Caco, de cachucha sudada, placa oxidada y garrote revestido de cinta de aislar. Pasando por el honesto comerciante, el líder sindical, el maestro universitario y el ministro de algún culto novedoso. Ahora le toca el turno a los militares y marinos de las gloriosas Fuerzas Armadas Mexicanas. Hace años escuché a algunos de ellos decir, ¿Por qué vamos arriesgar el trasero, peleando contra los más malos de la sociedad, mientras los chinches políticos se papean sin chorrear una sola gota de sudor de sus apestosos ídem? ¡Que se dan vidas de principes orientales, junto con sus inútiles hijos y familias, mientras las nuestras se chupan el dedo con olor a atole, porqué ellos se lo acabaron con sus mayates, sanchos, queridas y queridos! Te hablan Andy, el Chiquito y sus hermanitos. Creo que esta sesuda observación se la habrán hecho muchas veces los sardos, en el fragor de alguna escaramuza inesperada y sorpresiva, en medio de la nada. A media noche o medio día, sin comida o que beber, entre nopaleras, tormentas tropicales, nevadas norteñas, arenales sin fin, hasta en mar abierto borrascoso y picado. Estos son los marinos que atraparon en la maroma del huachicol, que decidieron olvidar sus juramentos a la Constitución y la Bandera Nacional. Hechos en los altares de la Patria, en sus años mozos, con sus hermanos, padres y madres como orgullosos testigos del brillante futuro de sus críos, como garantes de la seguridad y el honor nacional. Ante cualquiera que, "Y si osare un extraño enemigo, Profanar con sus Plantas”... ¡Claudia dixit! (Según la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, alterar la letra puede acarrear sanciones de hasta 25 mil pesos o incluso la cárcel). ¡Cómo ves Claudita! ¿Que bote te gusta? Los militares mexicanos que se educaron bajo estas premisas de sacrificio por la Patria, denle gracias a AMLO, el Gran Delincuente y Administrador de la Riqueza Nacional, por haberlos liberado de sus juramentos, echos en los altares de la Nación. En la lejanía y por la sordera de la edad, escucho, como un triste lamento, voces infantiles y adolescentes que se van alejando y disminuyendo, con los versos de Amado Nervo... "Como renuevos cuyos aliños un viento helado marchita en flor, así cayeron los héroes niños, ante las balas del invasor. Allí fue... la mañana era de oro, Septiembre estaba en flor... ¡y ellos morían!".
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