Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro
Comentario:
"Con Ojos y Oídos de Niño de 84 Años... Clamando en el Desierto". Los Cobardes y la Cobardía, los Traidores y la Traición, ¡Nuevos Entes y Valores Nacionales y Mundiales! Definiciones; Cobarde; "El que abusa de su fuerza contra alguien más débil, también el que, ante el peligro, elude sus deberes y valores. Traidor; El que ignora y corrompe sus obligaciones de amistad y patriotismo. Traidor y cobarde designan conductas que rompen vínculos éticos: el primero con la lealtad, el segundo con el valor. Traición y cobardía son sus respectivas abstracciones. Desde mi infancia, en la escuelita católica de los hermanos maristas, en el pueblito fronterizo donde pasé mi infancia, me insistieron de una manera obsesiva y repetitiva, lo que no debían ser los hombres cristianos; ¡Cobardes y Traidores! Este énfasis lo hacían en el contexto de la defensa y la fidelidad a la religión que nos estaban instilando, sin prisa, pero sin pausa, gota a gota, como las infiltraciones médicas y terapéuticas. Pero también en el amor a nuestra Patria, México. Increíble, ¿Verdad? De esta manera, dábamos como un hecho que ser católico, era ser mexicano y al revés. Ambas identidades estaban perfectamente entrelazadas en nuestras almas infantiles y así permanecieron por muchos años de nuestras azarosas vidas. Por su lado, en forma paralela, en nuestro hogar paterno materno, mi abuela materna hacía su parte, no acordada, ni solicitada por nadie, como la ideóloga familiar. Se encargaba de administrarnos cápsulas religiosas, morales, históricas, de urbanidad y culturales, de todos tamaños, pero siempre adecuadas a nuestras mentes infantiles y adolescentes en desarrollo. ¡Era toda una pedagoga! Con el correr de los años, estas dos corrientes de adoctrinamiento escolar y hogareño formaron una indestructible amalgama, que permanece casi intacta en su médula, hasta ahora. Y digo casi intacta, pues no puedo negar el impacto y las huellas que el natural decurso de la vida en sociedad imprimió en la personalidad de cada uno de nosotros. El caso es que, en la personal escala de valores familiares, se grabó con letras mayúsculas, que la cobardía y la traición eran conductas que no cabían en nuestra identidad de mexicanos y católicos. Para acabarla de rematar, estos piadosos y misericordiosos varones maristas, troquelaban nuestras identidades de mexicanos en ciernes, con el ejemplo heroico de Cuauhtémoc, que prefirió soportar estoicamente y sin queja el martirio, antes que traicionar a su pueblo. Conclusión: Ahora que veo las conductas de traición y cobardía de nuestros políticos hueseros, me pregunto qué clase de maestros y abuelas tuvieron ellos en su infancia. Para que no les dé ni un poquito de vergüenza, vender sus traseros al mejor postor, como chapulines en taquería. Brincar de cama en cama partidista, traicionando a sus correligionarios, todo esto ante los ojos de sus hijos, padres y madres. Dicen que mal de muchos, consuelo de tontos o pejendejos. Lo menciono porque al volver la mirada tanto al norte como al sur de las fronteras de México, veo que los políticos extranjeros, están cortados con la misma tijera y ajustándose a los mismos moldes que los mexicanos. Si no me creen, vean la conducta de MR. Cheetos y la de sus supuestos y adormilados seguidores o la de los morenos de producción nacional. Todos brincaron la cuerda y bailaron al ritmo que les tocaron, lamieron traseros y delanteros hasta el cansancio y ofertaron los suyos con singular y aparente alegría. Adoraron a dioses extraños e ídolos con pies de barro y borregos de oro, hasta que se dieron cuenta que eran simples comparsas, para intereses que desconocían. Como dijo su brillante, inefable intelectual de izquierda, el panzón y mofletudo Paco Taibo, ¡Se las metieron doblada! (Y la sacaron desdoblada). Nota bene; En mi artículo del lunes pasado, se dio este grave "Lapsus teclae" (sic), mío. Perdón. Adenda Corrigenda; 2.- Segalmex: 2019–2022. Presidente: AMLO. Estimado: $415,000 millones. Debería decir $14,500 millones de pesos. Otra vez, perdón.
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