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Autor: José Enrique Carrillo

Comentario:

Amigos de Monitor Político; escuche que PRI, PAN y PRD, seguirán hasta el 2024 en coalición; preguntó, ¿no sería mejor ya formen un partido político? con la coalición hoy no se ve la derrota de Morena, ni con los tres juntos, mejor un partido X, contra Morena; se ve mejor políticamente en mi opinión, ¿usted qué opina? Aclaro, respeto opiniones; gracias por el espacio; cuidemos el agua, si hay. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro

Comentario:

"Con Ojos y Oídos de Niño... de 80 Años". La Envidia, el Peor de los Venenos para el Alma y el Corazón Humano. Amigos míos y lectores de ambos sexos, ¿Conocéis a algún envidioso o envidiosa? ¿Los habéis visto en el paroxismo de un acceso de envidia? ¡Son escalofriantes y atemorizantes! Se transfiguran y transforman en seres diabólicos. La rabia, el tétanos o un envenenamiento con curare, beleño, toloache o cicuta, no son tan espectaculares. Con la diferencia, que, en los anteriores, existe un ligero margen de sobrevivencia, en la envidia no, sigues vivito y coleando, al 100%, hasta que mueres "Rabiando", por causas diversas. Es decir, sigues sufriendo por su ponzoña, instalada en tu alma, a lo largo de tu vida. Como dice el refrán, "En el pecado va la penitencia". Estos pobres infelices, porque en realidad lo son, sufren lo indecible e inimaginable, cada vez que los asalta y los invade este virus, que es como el Herpes zoster. Ahí está, agazapado entre los pliegues del alma, esperando el momento para manifestarse en todo su molesto esplendor. La envidia, como otros virus emocionales y afectivos, parece que se contrae en la temprana infancia, en el hogar y en la familia. Debido a las prácticas viciosas y defectuosas de crianza por los padres, al establecer preferencias descalificadoras y comparaciones odiosas entre los hijos. Es desastroso para la salud mental y la seguridad emocional de los pequeños. No sé quién sea más envidioso, el hombre o la mujer, pero conozco y he atestiguado episodios de envidia, en ambos sexos, pero por diferentes razones. Me parece que a los hombres les cala más profundamente, el éxito de otro hombre, sobre todo en el ámbito profesional o de los negocios. A las bellas, las atosiga mucho más, enterarse de la felicidad de sus congéneres, pero en el campo del amor y de la familia. También hay envidias cruzadas, las generan los triunfos de las parejas del sexo opuesto, es decir, la comadre envidia al compadre y viceversa. Curiosamente, ninguno de los manuales diagnósticos de desórdenes mentales que conozco, refiere o consigna a la envidia como una enfermedad mental o al menos, como una conducta disfuncional. A pesar de que sus consecuencias son catastróficas, tanto a nivel individual, como familiar y social. Lo grave, es, que tampoco conozco cura contra la envidia, como no sea el firme propósito de mirarse en el espejo de las vanidades y verse desnudos totalmente. AMLO tiene y expresa una envidia loca, por los que poseen algo. Tiene un odio tabajqueño, (sic), por los que poseen más de un par de zapatos, o ganan más que él, aunque posean más educación y experiencia y sean más honestos que él. Que cada peso o centavo, lo han ganado con el sudor de su frente, al levantarse cada día, a buscar la chuleta honestamente. No como él, que se levanta a amargarle el día a sus "colavoladores", (sic), con sus somníferas, horrorosas, aburridas y temibles conferencias marraneras. AMLO está envenado en su sangre con la envidia, hay que hacerle un friego de diálisis urgentes. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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