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Autor: José Rivero

Comentario:

Replaqueo. La verdad no alcanzo a entender los verdaderos propósitos y alcances del recién anunciado proyecto semi pactado entre los tres estados norestenses contiguos: Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila. Lo que sí entiendo es que el sistema actual facilita sobremanera el robo de autos el cual hace sencillo la venta de estos autos robados y pone en gran riesgo la vida de los conductores y sus familias. El ordenamiento vehicular por lo tanto es indispensable. 2/ U-ERRE rinde homenaje a los protagonistas de cuatro acciones memorables de la sociedad civil. Amalia Martínez del Hospital Metropolitano. Guillermo Torre del Hospital Zambrano Helión, Julieta Martínez, presidenta de la Red Intercultural de Apoyo e Inclusión de Personas Indígenas y Cesar Jiménez de Ternium. Despierta el activismo regiomontano. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Amaro Campos

Comentario:

Estimado Ángel, Permíteme a través de Monitor y a la distancia enviar unas sentidas condolencias a la familia de José Ángel Pequeño, que en paz descanse, excelente colega y servicial amigo como pocos, recordándolo como el gran anfitrión que era en las reuniones en su quinta de Guadalupe. La última vez que nos vimos nos invitó a su casa y disfrutamos una rica cena que Gloria su esposa cocinó mientras él preparaba unos sabrosos vampiros con fino tequila y sangrita. Su legado permanecerá por siempre en la escultura La Flama en la Macroplaza de la cual fue su más dedicado promotor. Un abrazo de la familia Campos Ruiz. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro                                                                   

Comentario:

"Con Ojos y Oídos de Niño... a los 80 Años". Nunca se llora lo suficiente o bastante. Esto es una verdad innegable. Me topé con una escena de una "telenoverla" mexicana, pero lo mismo podría haber sido colombiana, venezolana, argentina, brasileña y hasta turca. Se han puesto de moda estas últimas. En el tal fragmento dramático, lloran hasta la saciedad, unas chicas y su madre, que recién había abandonado el padre, por otra mujer, íntima amiga de la abandonada. Esto me hizo evocar decenas de situaciones ajenas y propias, de mis pacientes y familiares, en las que se llora por diferentes motivos. Desde la pérdida de un ser querido por muerte, derivadas de accidentes, enfermedades terminales y dolorosas. Además, por fracasos financieros, sentimentales, abandono, rompimientos amorosos, violaciones y abusos sexuales y todos los que se puedan imaginar. Todos estos, a cualquier edad en la vida de ambos sexos, de condiciones económicas y niveles educativos de todo tipo. Yo, siempre he dicho que las heridas de la existencia, nunca sanan completamente, ni cicatrizan, como creemos y lo deseamos, para dejar de sufrir. Lo único que podemos hacer, y esto se lo enseño a mis pacientes en psicoterapia, es a entenderlas y a manejarlas con objetividad. De manera que nos hagan el menor daño posible, al evocarlas o cuando se aparezcan repentinamente, en nuestra esfera atencional presente, busquémoslas o no. Lo cierto es que cada ser humano, tiene su manera de vivir el duelo y no estamos autorizados a decirle que exagera, que se detenga. No estoy de acuerdo con los modelos teóricos y los psicólogos, que hablan del duelo patológico, enfermizo, esa idea es incorrecta. La explicaré en otro artículo. No permitas ni toleres que te convenzan de eso, ¡es tu dolor! En mi caso, llegué a la tristísima conclusión, de que, en los dolorosos eventos de las muertes de mi padre, mi madre y mi abuela. Acaecidos cuando tenía, 8 y 11 años de edad y la abuela,15 días después de mi madre. No lloré lo suficiente, ni bastante. Me veo y me evoco, como un niño pequeño, petrificado, congelado emocionalmente, con un omnipresente pánico, inexpresivo, asustado al máximo. Incapaz de expresar dolor alguno, difícil de reír, ni siquiera de esbozar una leve sonrisa. Hablo solo por mí, de mis 9 hermanos restantes, ellos tendrán indudablemente su reseña personal. Quisiera que existiera una excepción a esta cadena de emociones, creí que la había, cuando murió mi hija. Y a pesar de lo mucho que la lloré, siento el mismo vacío de lágrimas, que dan la impresión de haberse secado las glándulas lacrimales y ya no dan más. Pero una cosa es cierta, la muerte de un hijo o una hija, no tiene paralelo en este Valle de Lágrimas. Nunca te recuperas. Noviembre y diciembre son los meses luctuosos de toda mi familia, pero hay otros. Con sus fiestas del 1° y 2 de noviembre, con la del 12 de diciembre de la guadalupana y la Natividad del Señor, la ansiada y esperada Noche Buena y Navidad. Quizá por eso, estos recuerdos salieron del fondo de mi memoria, estimulada por los anocheceres tempranos y los primeros fríos de la estación otoñal. La inevitable caída de las hojas de los árboles caducifolios enormes, aparentemente fuertes e indestructibles. Pero que también se rinden a Natura y recuerdan el ciclo de la vida. La cultura es injusta con los hombres, con los padres lacrimosos, nos niegan el derecho de llorar y expresar lo que sentimos, por las pérdidas que sufrimos y experimentamos. Nos dicen que los hombres no lloran. Puedo asegurarles, como doliente, como padre y psicólogo, que "Nunca se llora lo suficiente o bastante". Artículo dedicado a los que sufren, porque no han podido superar sus pérdidas, ni logrado oponerse a los dictados de la sociedad insensible. Tampoco a manejar el dolor. Les digo, todo lo que sienten es justo, honesto y real, pasarán los años, pero el dolor, no, como lo dijo san Pablo, del amor. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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