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Autor: José Rivero

Comentario:

1/ Pan de muerto. Una leyenda prehispánica explica que el pan de muerto era una costumbre de sacrificios humanos. Se dice que una doncella era ofrecida en sacrificio a los dioses y con el corazón aun latiendo los sacerdotes lo mordían y engullían en símbolo de agradecimiento. Según las crónicas de Fray Bernardino de Sahagún cuando llegaron los españoles se disgustaron con esa práctica antropofágica y sustituyeron el corazón de la doncella por un pan dulce. Aunque es un origen controvertido sirve para interpretar el ritual del pan de muerto. Una bolita en el centro significa el cráneo de la doncella y las barritas laterales los huesos. El significado es pues una burla a la muerte. 2/ La conferencia anual sobre el cambio climático llamada COP-26 y organizada por la ONU empieza mañana teniendo como sede la ciudad de Glasgow Escocía. Este evento es por demás crucial pero destinado al fracaso como todo lo que organiza las Naciones Unidas (ONU) Eso se debe primordialmente a: 1/ no tener sus conclusiones efectos vinculantes sobre los países participantes. 2/ En general los países en vías de desarrollo tienen sus finanzas al borde de la quiebra y siendo los políticos elegidos a corto plazo prefieren ‘patear el bote’ (kick the bucket) 3/ Los compromisos de los gobiernos dejan fuera a las entidades empresariales y las familias. Es necesario una nueva cultura de TODOS y eso no se ve por ningún lado. En general la cultura empresarial capitalista busca mayores rendimientos como primordial objetivo ignorando parcialmente el interés colectivo y el respeto a la naturaleza. Se han inscrito más de 20,000 participantes y los recintos designados para el gran evento sólo tienen capacidad para 8,000. Estamos escépticos sobre el éxito de la actual conferencia y quisiéramos estar equivocados. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Víctor M. Vela

Comentario:

LA 4T, NEOLIBERALISMO Y BIENESTAR «el ejecutivo del estado moderno no es más que un comité que administra los negocios comunes de toda la burguesía». Marx y Engels. La tesis de Daniel Cosío Villegas implícita en su ensayo ”El sistema político mexicano” (1972), donde  se vislumbra el regreso del porfiriato a la esencia de la política nacional, toma vigor en el discurso político de Andrés Manuel López Obrador(AMLO) cuando, en su libro HACIA UNA ECONOMÍA MORAL (2019) semeja la tenaz presencia, por más de 30 años, del modelo neoliberal con el régimen de Porfirio Díaz y, al igual que entonces, ahora el país se encuentra experimentando un cambio a fondo, denominado LA CUARTA TRANSFORMACIÓN (4T), porque se sumaría a los tres episodios más sobresalientes, en la historia nacional, después de la época colonial: Independencia, Reforma y Revolución. Solamente la historia de un estado-nación será capaz de decirnos si en cierto período hubo cambios, suficientemente significativos, que operaron a favor de alguna transformación. Así lo comentan quienes cuestionan el enunciar como (4T) al inminente cambio de régimen que se dio en México a partir de 2018. Pero como dijo Karl Pooper ”… sí no aceptan un término o el significado de una palabra, con gusto deberíamos cambiar y convenir en otra que [quienes dictaminan] [aprobaran], a fin de poder proseguir nuestra crítica a los problemas reales." En principio, la 4T pretende terminar con el neoliberalismo, el cual se define, a partir del sistema capitalista, como la corriente económica y política asociada al liberalismo clásico del laissez faire, de hace dos siglos: en lo económico, se planteaba la no participación del Estado en la economía; y, en lo político, a la soberanía del pueblo al momento de llegar y ejercer poder. Esta situación contrasta con la creciente participación del estado en la economía -propiciada por la influencia keynesiana en materia de regulación macroeconómica, a partir de los años 30- y, la nueva forma de operar el sistema mexicano daba la apariencia de estar rescatando un histórico proceso de liberación en todos los ámbitos. Lejos de una democratización en un sentido amplio, México se convirtió en un Estado cuyo sistema llegó al extremo de ser calificado como “capitalismo salvaje”, donde los grandes potentados, concentradores de los medios de producción, se adueñaron del poder propiciando el clima de corrupción al cual se atribuye el deterioro con respecto a justicia y equidad. Según el libro Hacia Una Economía Moral, AMLO 2019, con el modelo “neoliberal neoporfirista”, México entró en una condición cada vez más preocupante en materia de concentración del ingreso, una situación que explica el limitado desarrollo económico del país: un crecimiento casi nulo del PIB per cápita en los últimos lustros, es decir, la producción nacional de bienes y servicios creció apenas lo suficiente para cubrir el aumento poblacional; y lo peor, el escaso crecimiento iba a parar a los sectores de la sociedad más favorecidos, de ahí el notable aumento de la pobreza. Bajo tal circunstancia, una de las medidas fundamentales tomadas por AMLO, como apunta en su libro, para lograr la viabilidad del sistema mexicano, consistió en promover un cambio en las bases del orden económico consistente en la separación del poder económico del poder político y acabar con los privilegios en el cobro de los impuestos. Dos elementos esenciales de todo gobierno que pretenda alcanzar la distribución equitativa del ingreso operando, abiertamente, dentro del sistema capitalista de producción. Hace 25 años, el economista John K. Galbraith (JKG) (1908-2006), quien se califica a sí mismo como “pragmático”, publicó el libro “Una sociedad mejor” (1996) donde confirma su calidad de crítico al distinguir con claridad “lo perfecto de lo factible” en una sociedad que por naturaleza aspira a ser buena. Con la existencia de la clase media, deduce JKG, no se garantiza que los índices de desigualdad, y sus efectos en el bienestar, tiendan a reducirse. Por lo tanto, como AMLO también lo apunta, la redistribución de la renta, a favor de los pobres, tiende a resolver gran parte de los problemas sociales, sobre todo la violencia y el crimen. El mecanismo, en el cobro de impuestos, que el economista justificó ampliamente el siglo pasado, consiste en hacer que quienes más tienen paguen una proporción mayor que quienes menos ganan, es decir, el establecimiento de cargas impositivas progresivas. Bajo los principios de una economía moral, se propone cobrar con apego a las leyes existentes y, ante todo, acabar con las exenciones y los privilegios fiscales. Bajo la lógica económica, para la sociedad mexicana en conjunto, el nuevo régimen iniciado el 2018 con grandes debilidades prácticas, se verá fortalecido porque estará en posibilidades de elevar el poder adquisitivo de las capas inferiores y con ello incrementar la demanda de bienes y servicios, como señal de mayor bienestar; por lo tanto, se estimulará la producción y habrá la posibilidad de una mejora generalizada en la sociedad mexicana. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. 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Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro

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​"Con Ojos y Oídos de Niño... de 80 años. El Regiomontano Termita; 2a. Parte. Este es el segundo artículo que escribo con este título, pero el décimo segundo, sobre la barbarie de los regiomontanos y sus autoridades. No solo contra los vetustos sillares de sus majestuosas construcciones norestenses. Sino de la Natura toda, que nos tocó en el reparto, otorgada por el Altísimo, para nuestro disfrute y usufructo racional. Todos juntos, han conformado un batallón de imbéciles contra la Madre Naturaleza, como venganza aparente, por haber sido parca con nosotros, Y en los pocos lugares en que se manifestó munificente, la han aplastado brutalmente por un aparente y falso criterio de progreso urbano. Esto sucede en la antaño magnifica ciudad jardín, que era la colonia del valle, en San Pedro Garza García. La casa en la que viví por siete años y en la que nacieron tres de mis hijas. Estaba enfrente de la Casa Grande del General Jerónimo Siller, una verdadera fortaleza. Habitada por doña Elvira Siller de Peña y su hermano Aquiles Siller, hijos ambos del citado militar. Aquiles me honró bautizando a la mayor de mis hijas, Lulis. Tuvimos una relación muy bella y agradable, que él se encargó de estimular, a la moda vieja, es decir, con honor y respeto. La casa estaba en el número 931, y como todas las que eran propiedad del viejo mílite, estaba llenas de árboles y plantas de diferentes tipos. Había en la mía, dos enormes aguacates criollos, los originales de la tierra mexicana. Cada año llenaban con cientos de frutos maduros, el perímetro sombreado de su terreno. Además, cuatro enormes fresnos, que, con la llegada del otoño y el invierno, tapizaban de hojarasca marrón y otros tonos de café, el jardín. El viento las movía como ninfas dríades, sobre el césped semi seco, susurrando una ligerísima melodía silvestre. Dos enormes nogales agregaban su sombra al jardín y nos daban nueces que nunca recogimos, por andar a las carreras del trabajo. La casa grande, tenía seis o siete persímonos, que eran la delicia de quienes se atrevían a entrar a apropiárselos. La chica que trabajaba con nosotros, tenía permiso de cortar los que deseare, pero llegaron a ser tantos, que terminamos, por reducir sus visitas a ese pensil. Además, de varios rosales de diversos colores, de una fecundidad inusitada. El terreno baldío, junto a mi casa, como de 10,000 metros cuadrados, no era la excepción. Estaba sembrado de limoneros, mandarinas y naranjos, así como una mancha de enormes bambúes chinos, que atraían la mirada de los paseantes. Los que crean que exagero, con mi reseña de esos vergeles, aún pueden visitar el Parque de los Olivos, que está situado cuadras arriba de la casa que menciono. Es un caso desusado de éxito, en la siembra de este milenario y místico árbol de tierras bíblicas y mediterráneas. Cada año, los que saben de su existencia y conocen el arte de conservar las aceitunas en salmuera. Acuden a este parque a pizcar sus frutos y se retiran gozosos de sus encuentros con la naturaleza. He leído, que, en la cuenca del Mediterráneo, España e Italia, hay ejemplares que llegan a los mil años de edad y siguen produciendo sus anhelados frutos. Lamentablemente, a lo largo y ancho de esta colonia y la del valle toda. Se ha estado asesinando y destruyendo sin piedad, en semanas y meses, lo que Natura se encargó de crear en largos, larguísimos años. De lenta crianza, como se cría a los hijos, deseando que salgan buenos. Me entristece y me deprime profunda e intensamente, además, se me tuercen las tripas, cada vez que mi hija me lleva a recorrer nuestras querencias de su tierna edad. Me topo con más y más atentados contra la verde silva que va despareciendo. Para dar lugar al gris del cemento y la palidez de los grandes ventanales de vidrio, que parecen ojos contemplando indiferentes la destrucción a sus pies. Realmente, ese jardín natural, no lo merecían los regiomontanos y sus zafias autoridades. Por eso lo destruyen, con una ciega rabia incontenible, incapaces de entender que es vida, para todos nosotros. Los pobladores originales de estos lugares, respetaban y estimulaban el crecimiento y desarrollo de las fuerzas de la Naturaleza. A los actuales, que los recibieron gratis, les importa un comino, o un pepino, su conservación. ¡Deténganse idiotas máximos! Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ricardo Garrés Valdez

Comentario:

El capitalismo está matando al planeta. ¿Es un pensamiento mío? (Si, aunque yo lo titulo "el capitalismo está acabando con la vida en el planeta") pero también es el título de un artículo aparecido en "The Guardian", donde entre otras bellezas describen estos ingleses, la "extracción" de 45 millones de millones de dólares, a precios actuales, de los recursos de la India, cuando la dominaban como colonia. Recursos que sirvieron para aumentar su capitalismo industrial, y colonizar otros países del mundo, a los cuales también despojarían de sus recursos. Así nació el "capitalismo", tomando ventaja de los débiles y de quienes no poseían su adelanto técnico industrial y, sobre todo, militar. El ejemplo es Japón, quien se negaba a abrirse al comercio con otros países del mundo: "un día llegaron cuatro naves negras de apariencia diabólica" al puerto de Tokio, y el almirante inglés les dijo que abrieran el puerto al comercio (los militares, como después Estados Unidos, al servicio de los capitalistas) y como no tenían cañones comparables con los de los gringos, tuvieron que rendirse y "hacer un tratado, abriendo dos puertos para la entrada de chácharas gringas." Con los años, el capitalismo se ha extendido a prácticamente todo el mundo, es un capitalismo contaminador y depredador: ya vemos que el planeta se está calentando y no paran los capitalistas: no les importa, porque ellos quieren más y más ganancias. Tienen sus testaferros como Donald Trump y el Jair Boslonaro en Brasil, quien está quemando la selva del Amazonas para que sus hacendados capitalistas siembren soya, alimento para gallinas y puercos... ¿Para qué se reúnen los países en Glasgow, Escocia? Para hacer "gimnasia", porque van a acordar algunas cosas, pero no van a cumplir nada, como con el tratado de París. Vamos directos a nuestra extinción como raza humana, gracias a los explotadores capitalistas, quienes no llenan de acumular dinero, ya ven al Carlos Slim, Jeff Bezos, Bill Gates, Warren Buffet, entre algunos de ellos. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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