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Lector

Autor: Ariel Zapata

Comentario:

La Oposición ve “cero resultados” de la Cuarta Transformación, y “que es un gobierno incompetente y autoritario, agrega Acción Nacional”. Es una verdadera lástima que no quieran ver la derrama económica que van a desplegar las obras del “Tren Maya”, las del “Istmo de Tehuantepec”, las de “Dos Bocas”, la de la “Siembra de árboles”, la de “los caminos vecinales”. Obras que irán a beneficiar hasta ellos mismos, aún cuando no sean obras realizadas en su jardín. ¿Cuál es entonces la obstinación de no querer ver la transformación fundamental en su natural camino de “cero corrupción” e infinitos beneficios y que su logro de hacer más con menos, contrario a lo que se acostumbraba de hacer menos con más, hacia un crecimiento económico concentrado? Ya pueden convencerse con tales escenarios esperados donde el desarrollo es para todos. A mi manera de ver y lo he palpado en las obras en las que he participado y de beneficio mayoritario: como lo fue la “Línea número Uno del metro de la Ciudad de México”; “El Plan Vial” de Don Eduardo Elizondo con puentes sobre el Santa Catarina, pasos a desnivel, ampliaciones de Avenidas como la Cuauhtémoc; Apertura del Estadio Universitario de la UANL; Programas de casas en serie; Construcción de gasoductos en el Noreste del País, Cimentaciones de Iglesias, etc. En todas estas obras se ha distinguido la posterior actividad económica, generada ella,  en sus zonas de influencia. Así que amigos, tengan Fe en que vamos al encuentro de una mejoría general. No teman ni duden, es la realidad que nos encontraremos, participemos constructivamente en la oportunidad que nos da la paz. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro

Comentario:

​"Con Ojos y Oídos de Niño". Malos Perdedores y Malos Ganadores, ¿Puede haberlos? En estos momentos, el mundo entero tiene una idea muy clara de un mal perdedor; Dlanod Trump. No hay que escarbarle mucho, para descubrir lo que es una persona que no acepta la realidad, que no lo favorece. Lo grave, es que así son los psicóticos, no reconocen, ni aceptan lo que es la realidad. Trump ha bregado contra su derrota, sin éxito. Lo curioso es que él advirtió, antes de las elecciones, que iban a hacer fraude y que, por lo tanto, anticipadamente no reconocería haber perdido. Una maniobra muy hábil, para vacunar a sus simpatizantes con el virus de la desconfianza, hacia las instituciones electorales. Más curioso aún, es que no haya un solo abogado que denuncie la historia de "Un Fraude anunciado". Lo cual me parece muy raro, en un país que se jacta del respeto a las leyes. La expresión "Mal perdedor", es harto conocida y usada en los deportes, en las transacciones comerciales. También en la política y en cualquier situación que implique competición entre dos o más personas, equipos, naciones o partidos y grupos humanos.  La expresión "Mal Ganador" es de mi invención, para referirme a personas como AMLO, que son incapaces de asimilar y manejar el triunfo. En su caso, un triunfo absoluto, indiscutible, indiscutido, aceptado y reconocido, aún por sus más feroces detractores. Algo muy mal ha de estar pasando en la mollera de AMLO. Pues en vez de dedicarse a disfrutar tranquila y plenamente un triunfo que nadie le cuestiona. Le interesa más, vengarse constantemente de sus opositores pasados, que gobernar con ecuanimidad, en beneficio del pueblo. Que a final de cuentas es el que paga los platos rotos de sus malas decisiones. Da la impresión, que su triunfo le importa menos, que su afán enfermizo y repetitivo de desquite. Dedica la mayor parte del tiempo presidencial de las mañaneras o apariciones públicas, a atacar y vilipendiar a los que él llama sus enemigos tradicionales. Los conservadores, los neoliberales, los corruptos, los impunes, los fifís y todo aquel que no acepte y comulgue con sus ideas, planes y puntos de vista. Muchas veces es tan intensa su obsesión contra estos enemigos, que da la impresión que son entes imaginarios, que solo existen en sus fantasías persecutorias, desarrolladas durante los años de campaña. Su discurso está ya muy desgastado de tanto recurrir a las mismas fórmulas, que aún a sus simpatizantes, aburren. Yo estoy convencido que, con sus dádivas en efectivo, se está preparando para comprar votos electorales, en un futuro, de la gente más fregada. La expresión, ya considerada clásica, de "Yo tengo otros datos", ilustra claramente la negación y no aceptación de la realidad. En especial cuando los datos que le presentaron, eran de un organismo oficial de su administración. Comparando las personalidades y estilos de gobernar de ambos dirigentes, encontraremos muchos puntos tangentes, que los acercan. Ellos exigen venganza, más que justicia. Trump, explosivo, descalificador, burlón, todas son "Fake news", o datos falsos. Fabricados por la prensa, ("Petate del Muerto"), izquierdista de su país, con la que asustan a los millones de güeros bobos e ingenuos. AMLO, igual de burlón que el gabacho, descalificador y pendenciero, como gallito de barrio bajo, que a todo mundo reta. Ambos comparten características de personalidad similares. Carecen de la consciencia del alto cargo que se les confió, y gobiernan con ocurrencias constantes y golpes de timón. A los dos se les podría diagnosticar como personas esquizo-paranoides, con delirios de persecución, e ideas obsesivas de referencia. Solo falta un buen diagnóstico neurológico, que descarte, cuando menos, un daño cerebral mínimo. Mensaje de Navidad para los epígonos, seguidores y lame suelas de ambos presidentes, ¡Cuidado, porque la locura se contagia por imitación! Bronco, dime una cosa, tú crees que mover la Opus 102 a la banda de FM, ¿le puede causar daños a tu otro yo-yo? Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Antonio Sánchez Ramírez

Comentario:

Dos años de nada… Con más pena que gloria llega a su primer tercio la tan mentada “Cuatrote”, con un país al borde de la miseria, con un índice de desempleo terrible, con una crisis económica de antología y para colmo de males, inmersos en una pandemia que el gobierno federal no ha sabido manejar, pues el mismísimo presidente Andrés Manuel López Obrador se salta los protocolos al negarse rotundamente a ceñirse al uso del cubre bocas. “Me han dicho que no es indispensable”, fue la respuesta tajante del primer mandatario, cuando se le cuestionó el por qué, pese a que la Organización Mundial de la Salud ha puesto a México entre los países de mayor riesgo y recomendó el uso obligatorio del cubre bocas, mostrando un total desprecio a las disposiciones dictadas desde instancias internacionales. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador llegó a los dos años sin avances, sin obra y sin proyectos viables a futuro. Todas las promesas realizadas durante su campaña, se han ido por el caño. Y cómo no se iban a ir, si desde esta última vez que anduvo en búsqueda del voto ciudadano él mismo dijo que “una cosa es lo que se dice en campaña y otra muy distinta es lo que se hace al obtener lo deseado”. Palabras más, palabras menos, AMLO fijó su postura aún antes de su triunfo en 2018. Creador de falsas esperanzas, vendedor de humo barato, mercachifle de la democracia es en lo que vino a parar quien encabezó uno de los movimientos más importantes en lo que va del Siglo XXI. Poco más de 30 millones de votantes le dieron su voto a quien creyeron sería “el salvador de la patria”, pero ¡oh sorpresa!, ese “salvador” se ha convertido en la peor ave de rapiña que ha existido en este país. Siendo como es, polvo de aquellos viejos lodos de los que tanto “reniega”, Andrés Manuel ha “gobernado” prácticamente bajo el mismo esquema de los gobiernos anteriores. No ha cambiado ni un ápice. Sus promesas de luchar contra la corrupción y erradicarla han quedado en entredicho cuando sus propios hijos, muchachos sin oficio ni beneficio antes de tener “papá presidente”, quien a su vez antes de su arribo a Palacio Nacional no traía más de 200 pesos en la bolsa, hoy son “prósperos” empresarios y su esposa, antes una escritora y académica desconocida, hoy está encumbrada y hasta investigadora Nivel 1 del Conacyt ha sido nombrada, sin que presentara investigación alguna que fuese de importancia o contuviese aspectos interesantes. En estos dos años, la “Cuatrote” no ha transformado nada… bueno, si ha habido transformación, pero en reversa. Vamos “pa’tras”. El sector salud está en crisis, hay demasiada gente muriendo, ya no por causas del Covid19, sino por otras enfermedades que no son atendidas por falta de recursos. Entre esos casos destacan los niños con cáncer y mujeres con cáncer de mama, entre otros casos serios. Y si a esto agregamos los ya más de 100 mil muertos durante la pandemia, la situación se torna grave, muy grave. La crisis económica que sufre el país ya se veía venir desde mucho antes de que entráramos a la “cuarentena”, de la cual se dice que no eran 40 días, sino 40 meses los que estaremos “confinados”. Falacia terrible el confinamiento, pues no se ha cumplido a cabalidad, principalmente porque el peor ejemplo lo pone el propio presidente. “reúnanse, abrácense, no es indispensable el cubre bocas”. Pérdida total de la brújula, mañaneras cargadas de mentiras y “otros datos”, en fin, terrible lo que ocurre con este gobierno que en mala hora recibió el espaldarazo del “pueblo sabio”, que hoy se da de topes en la pared, en claro gesto de arrepentimiento. Pero todo lo anterior es nada frente a la ceguera de algunos “aplaudidores profesionales” que desde una curul, que les deja jugosas ganancias, quienes ven un ¡país transformado!, con grandes avances  y obras monumentales. Una de dos: o la “lana” que les deja ser serviles al gobierno es mucha o su ceguera es evidente, defienden lo indefendible y al ser cuestionados, hacen lo mismo que su “patrón”, voltean hacia el pasado. Aunque usted no lo crea, un diputado federal por Nuevo León, de esos que resultaron camaleónicos, pues antes vivía del “chayo” tricolor, se atrevió a asegurar que en 80 años de gobiernos priístas, no se había hecho nada. Seguramente el mundo se detuvo en los años 30’s y 40’s y las instituciones, con sus obras y beneficios, surgieron por obra y gracia del “espíritu santo”… En fin, la “Cuatrote”, está reprobada, así juren y perjuren que “todo va bien”. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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