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LLEGA Nuevo León a ocho muertos y 301 contagiados del coronavirus. Pero a nivel nacional, cumpliendo con los pronósticos del epidemiólogo de cabecera del régimen, en un solo día hubo 145 muertes y 730 nuevos casos de personas confirmadas con el Covid-19. Ya se prevén inhumaciones masivas por falta de espacio en las funerarias y ya empezó la parte terrible donde no hay camas para los enfermos en los hospitales públicos de México. Las escenas más feas de la pandemia serán el tema de cada día a partir de ahora. Y aún así, muchos siguen en la calle. Muchos piensan que es puro rollo del gobierno. Algunos se sienten inmortales…

 

¿QUIÉNES son los que más se infectan del virus? Personas entre 20 y 50 años. Algunos no presentan ni síntomas de gripe, aunque porten el virus. Otros se enferman, se sienten de la fregada, pero se quedan en su casa convalecientes entre 10 y 15 días. Casi ninguno se muere, pero todos ellos contagian a otros, algunos sin vela en el entierro, que teniendo enfermedades de otro tipo, como hipertensión, diabetes, obesidad o cáncer o forman parte de la tercera edad, es decir, con las defensas inmunológicas ya deterioradas, son los que pagan las consecuencias. Por eso los que más se mueren son viejitos o que padecen enfermedades críticas. A muchos de ellos, sus parientes infectados pero sin síntomas, los visitaron, los contagiaron sin saberlo, y a algunos, los mataron…

 

¿SUENA gacho? Sí. Pero estamos en la parte más difícil de la pandemia, donde el virus anda por todas partes y con todo mundo. No lo vemos. No sabemos quién lo porta y todo lo que tocamos puede estar infectado y lo podemos trasladar sin saberlo de un lugar a otro y llevarlo a nuestra casa. Y si visitamos a los familiares con inmunidad baja, los podemos mandar sin verlos ni acompañarlos a hospitales infectados, saturados y sin equipo suficiente. Si llegan a morir, a lo mejor ni los podemos velar y los aventarán a una fosa común. Y nos quedará en la conciencia que pudimos evitarlo con la mentada sana distancia y el encierro obligado. Piense en ello, antes que sea tarde…

 

IGUAL pasa con las voces que piden se abra la economía, parcialmente cerrada, porque la verdad son muchos, muchísimos los negocios que mantienen abiertas sus puertas y que no han hecho caso de que solo sigan trabajando los que operan u ofrecen servicios esenciales. Argumentan que después de la pandemia sanitaria estaremos igual de muertos, pero de hambre; y que si de todos modos nos vamos a infectar casi todos los humanos, pues como decía La Valentina, si me han de matar mañana, que me maten de una vez. ¿Qué habrá muchos muertos? Pues sí, pero de algo se tenían qué morir, dicen estas voces, que suenan gacho, pero según ellos, realistas…

 

AQUÍ ES al contrario, pues estos a diferencia de los primeros, no se sienten inmunes ni inmortales, sino víctimas inocentes desamparadas (y quizá sean los mismos gritones) y piden que la autoridad detenga la cuarentena, abra la posibilidad de que la gente se contagie de una vez del virus mortal y como en una poda en un árbol infectado, solo sobrevivan los frutos más sanos y fuertes. Aseguran que nada hay peor que no tener dinero ni ingresos para comer, contraviniendo el dicho de los viejos que nos decían, que con salud todo se puede, así que primero la salud y la paz, que de jodido nadie se muere. ¿Quién tiene la razón? Estamos divididos…

 

LA COSA es que lo que se teme que suceda de todos modos pasará. Es inminente que suba el número de infectados y las muertes, que serán menos si hacemos caso de mantenernos encerrados y sin visitas de nadie, ni salidas a la calle con cualquier pretexto. Lo malo de esta alternativa es que se aumenta el tiempo de encierro y de inactividad (en México cuando menos mes y medio más). Sobre la economía, el mal ya está hecho. La inactividad y la especulación ya le dieron en la madre a la economía del Planeta. Casi nadie de los países del mundo saldrá sin ninguna herida o cicatriz de esta guerra, donde no hay ganadores. Todos perderemos algo. O sea, estamos en crisis y la enorme diferencia será entre los que tomemos esa crisis como una amenaza o como una oportunidad…

 

SI ESTAMOS sanos y vivos y con la conciencia tranquila de que no matamos a nadie por nuestra culpa, seguramente podremos enfrentar la crisis económica, la cual no nos podemos quitar de encima y donde, si, y por desgracia, los que tengan más saliva, serán los que traguen más pinole. Deberíamos de cuidar nuestra salud, pues, para estar lo mejor habilitados para la lucha que sigue, la de sobrevivir como empresario o como trabajador o como sea, para llevar comida a la casa, mantener un techo digno y una familia sobreviviente. Para eso necesitamos estar, cuando menos: vivos. Ah, y cuide su seguridad, porque los malandros y delincuentes, organizados o no, siguen haciendo de las suyas. A esos parece que la pandemia y la crisis, si les pelan los dientes, porque la autoridad si acaso, nomás les pide que ya no entreguen despensas a los pobres a nombre el narco; ese negocio es exclusivo del Gobierno y de los partidos políticos o sea, competencia desleal…

 

LA FRASE de Manuel González: La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces, proverbio persa…

 

UN POLÍTICO se infectó de coronavirus, los científicos están sorprendidos porque piensan que es la primera vez que un virus infecta a un parásito…

 

SEGÚN los libros de historia de la edad media, los finales de las pestes se festejan con una orgía. ¿Alguien sabe si hay algo previsto?...

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