Autor: José Rivero

Comentario:

Tres Tristes Tigres. Solo un comentario. Un equipo deportivo para estar bien equilibrado debe armarse con muy buenos jugadores; unos aguerridos novatos, quizá dos o tres preferentemente de la cantera local. Uno o dos nuevas contrataciones que produzcan sensación y el resto de jugadores del torneo anterior. Ahora, la actual situación consiste en que grandes jugadores no juegan partido a partido y eso desalienta mucho. Por su parte las nuevas contrataciones sensación aportan junto con los jóvenes novatos una energía explosiva. Adicionalmente me permito expresar mi total desacuerdo con la opinión de que si no ganas el campeonato el torneo fue un fracaso. El objetivo debe ser un equipo que juega cada partido con total entrega y alegría provocando el alarido de la afición y una vez que se alcance ese umbral podrá aspirar y merecer llegar a la cima. Nullius in Verba. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ariel Zapata

Comentario:

Atlas se desempeñó jugando como equipo y no se equivocó, El tigre, no, y si se equivocó. Esa fue la diferencia del partido para los 3 Goles. Un gol primero de penal donde en previa jugada Shalá el ecuatoriano se encontraba en fuera de lugar y el tercer Gol debido a una desatención en la marcación donde a Julián Quiñones lo dejaron caminar hacia el área acompañado de un defensa tigre que no lo quiso marcar, llegó a zona de anotación dribló y disparó a Gol. El sólo lo logró. El Atlas jugó a desesperar al Tigre en todo el partido y fue como lo anuló. ¿Qué necesita en los otros 90 minutos, el Tigre? contundentemente anotar 4 Goles y que no le anoten para disipar dudas. Ser ecuánimes y pacientes para subir escalón por escalón, no desesperarse, aunque lo dominen, encarar en el área para provocar penales, poniendo a Soteldo en la punta y darle pases al pie para sus diabluras, los Goles vendrán en automático. Al parecer este jugador no se entiende con Quiñones en los pases. Poner a Aquino con Quiñones por una banda, y al Chaca y Vigón por la otra, para que jueguen para el centro hacia Gignac y Soteldo. Si lo hacen así, anotan los 4 Goles con el apoyo de la defensa y, de Pizarro y de Carioca en todo el partido. Y sin Nahueladas y descuidos, se puede. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: José Enrique Carrillo

Comentario:

Amigos de Monitor Político, tuve el gusto personal de escuchar el concierto del maestro Joan Manuel Serrat, en presentación de despedida, en justa razón todo lo que por servir se acaba, es regla de vida y desde luego otros también que estuvimos en el mismo, recordó que se presentó por primera vez en México en 1969, mencionando "poco tiempo después de aquel movimiento...", citando "y los mexicanos, pensando más en cuanto goles del mundial" (que se celebró 1970) "y señalando al pasado movimiento de 1968, me hizo pensar en el movimiento aquel del dos de octubre, y sentí tristeza y me pregunto, ¿hasta dónde quiere el mexicano más un juego de futbol u otras cosas? que el dolor real del pueblo, el Mexicano, el real para salir adelante de este dolor, como el luto humano de José Revueltas, el no oyes ladrar los perros de Rulfo, y muchas historias más hechas ensayo o novelas de acontecimientos verdaderos en nuestro querido país; ahora prefieren pensar ¿cuántos goles en Qatar? ese pensamiento y canciones que interpretó valió la pena el boleto que me regaló la familia Palma, siempre agradecido, hasta siempre Joan Manuel Serrat; gracias por el espacio. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro

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"Con Ojos y Oídos de Niño... de 80 Años". El Tepache y otras Bebidas familiares de Antaño. RECETA; "Poned las cáscaras lavadas de una o dos piñas, en un jarro de barro, de 12 o 14 litros. Agregadle una pieza de piloncillo de azúcar morena de caña y unas rajas de canela. Llenadlo con agua del grifo, hasta unos cinco dedos del borde. Tapadlo con un paño fino de cocina y sobre él, poned la tapa del mismo jarro de barro. Llevadlo a una esquina del piso de la cocina y ahí lo dejaréis reposar tres o cuatro días, de preferencia, cerca de las veladoras votivas, según como desees su concentración. Pasado ese tiempo, coladlo con el mismo trapo de cocina, trasvasándolo a otros recipientes. Para los peques, diluidlo al dos por uno, es decir, un tanto de tepache y dos de agua de uso, agregándole una cucharadita de azúcar morena. Si deseáis una segunda vuelta con las mismas cáscaras, haced lo mismo, pero con la mitad del agua. Tendrá la mitad de la fuerza del original". El tepache era un derivado del proceso de hacer la mermelada de piña, para empanadas que mi madre y mi abuela, hornearían esa semana. Hacían, además, empanadas de mermeladas hechas por ellas, de fresa, durazno, calabaza, camote, membrillo y manzana. Sin faltar las espectaculares de salpicón de jaiba y camarones en escabeche, en masa de hojaldre, todas al horno. Los camotes asados y las calabazas en tacha, eran también parte de sus ajetreos, pues cuando las calabazas eran muy grandes, por lo duras de sus cáscaras, las rompíamos arrojándolas con fuerza contra el suelo. Para lo cual tomábamos turnos hasta cuartearlas. Las semillas, las sacábamos inmediatamente para secarlas al sol y luego freírlas, para el pipián verde. No se ahora, pero en aquellos lejanos años 40, los tamarindos se llevaban de la costa del Golfo de México y las hojas de Jamaica, no sé de dónde. A los primeros, que eran muy carnosos, nos ponían a pelarlos a la chiquillada, quitándoles las cáscaras que se pegaban a la carne. Nos gustaba chupar los "pelos", que salían del rabo. Mi abuela los ponía a hervir en ollas de 15 o más litros, los dejaba enfriar y nos lo daba en forma de agua fresca ligeramente endulzada. Esas aguas agridulces, las usaba para amasar la harina de lo que serían galletas de tamarindo, ¡Deliciosas! Había otras aguas, la de Jamaica, hervida, y licuadas de sandía, melón y papaya, plátano con leche y fresas con crema, (postre), o exprimidas, de naranja, cuyos gazpachos después hervía con azúcar y obtenía una deliciosa fruta cristalizada. También rayaba las cáscaras, para agregar la rayadura a diferentes masas de pan dulce y galletas o polvorones. Yo empecé a beber coca y pecsi, en la adolescencia y hace 21 años, que dejé de beberlas. A pesar de vivir en la frontera, nunca nos dieron Corn flakes o cereales con azúcar, solo y de cuando en cuando, arroz inflado con mantequilla. Hasta la fecha, no los consumo. ¡Cómo han cambiado las cosas con el progreso y la publicidad omnipresente! Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Federico Zertuche

Comentario:

Feminismo y religión, primera parte. La liberación de la mujer necesariamente requiere deslindarse de las ataduras y opresión impuestas por la religión, en particular las monoteístas o abrahámicas, de donde surgió y consolidó el patriarcado, la misoginia y el machismo, sus cimientos y justificaciones morales e ideológicas. El judaísmo, el cristianismo y el islam, comparten narrativas originales paralelas, el mito bíblico creacionista de Adán y Eva, su descendencia y parte de la genealogía, a ciertos patriarcas como Noé, Abraham y Moisés, las costumbres y valores que representan alrededor de la figura autoritaria del patriarca. Las religiones abrahámicas están relacionadas con (o incluso derivadas del) judaísmo de los pueblos antiguos de Israel y Judá, las míticas 'doce tribus', e incluso antes del Cautiverio de Babilonia al inicio del primer milenio a. C. Tal es el tronco común. Abram, llamado más tarde Abraham, nació en la ciudad sumeria de Ur, a un costado del río Éufrates, emigró luego a la tierra de Canaán (el actual Oriente Medio) alrededor del año 1900 a. C., donde hizo una alianza con Dios por la cual, a cambio de adorarlo y rendirle culto, le otorgaría todas las tierras a él y sus descendientes, luego fue considerado antepasado de los pueblos ahí asentados, no era judío sino sumerio como hemos señalado. Este cuento es relatado por los capítulos 12 al 15 del Libro del Génesis. Quienes se consideraban descendientes de Abraham, de Isaac y Jacob, creyeron tal relato que les daba “derechos legales” sobre Canaán. Como dato curioso, que a su modo relata el capítulo 14 del Génesis donde Abraham rescató a su sobrino Lot, aunque lo que ocurrió fue una invasión proveniente del Este a Canaán para apoderarse de cinco ciudades de la llanura, las más grandes de las cuales eran Sodoma y Gomorra que fueron derrotadas y saqueadas por los invasores. El capítulo 19 relata el cuento de su destrucción por un fuego proveniente del cielo como castigo divino. Es posible que luego hayan sido destruidas por un terremoto o una erupción volcánica. Como relata Isaac Asimov en su fascinante obra La tierra de Canaán, otra importante ciudad fue el puerto de Biblos, quizá la más antigua ciudad permanentemente habitada que ha existido, que se convirtió en un poderoso puerto donde sus barcos comerciaban e intercambiaban productos con Egipto, Chipre y Creta. Luego que la escritura floreciera, inventada en Sumeria y mejorada por los fenicios, los navegantes de Biblos introdujeron el papiro egipcio, el material más conveniente para escribir, de donde deriva la palabra papel. Así pues, Biblos fue el centro del comercio de papiro, al que los griegos comenzaron a llamar “biblos” y a un escrito hecho sobre un largo rollo de papiro un “biblion”. El plural de esta palabra, que designaba a una colección de tales rollos, era “biblia”, de donde proviene nuestra palabra “Biblia”. Y en eso consiste básicamente la Biblia hebrea, una extensa recopilación de textos, memorias, mitos, leyendas, historias, normas y enseñanzas morales y religiosas, cantos y cuentos que relatan el largo y antiguo discurrir de ese pueblo, la manera edificante en que se veían a sí mismos y querían proyectarse. Por ser quizá el libro más antiguo, su valor documental e histórico es enorme. Quien quiera leer la Biblia como “la palabra de dios”, muy su gusto, pero lo cierto es que se trata de la palabra del hombre, de muchos hombres. Desde luego, hay que situarla en la época, lugar y mentalidad en que fue escrita. Es comprensible que esos antiguos pueblos de pastores y agricultores estuviesen organizados en familias y clanes alrededor de un padre de familia y éstas a su vez por un patriarca que los englobara como tribu o pueblo, las dirigiera, reglara y diese sentido religioso. El poder entonces y durante milenios fue teocrático, como en la gran mayoría de las demás sociedades y pueblos. Todo ello configuraba una sociedad patriarcal y masculina donde la mujer jugaba un rol secundario, de obediencia y sumisión al hombre. Obviamente, después de milenios de evolución, cambios, transformaciones individuales y sociales, culturales y civilizatorios, las cosas ya no son ni pueden seguir siendo lo que fueron. ¿Tren Maya? No gracias #Yo prefiero la selva. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.