Autor: Vico Canales

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Era la feria de octubre en Guadalajara, Jalisco cuando el alcalde de Monterrey, Leopoldo González Sáenz, me invitó a mí y dos periodistas más a ir a ver torear a Manolo Martínez. El torero regiomontano acostumbraba arribar al lugar donde actuaría, un día antes, para aclimatarse, de manera que jamás imaginé encontrarlo en el aeropuerto tres días antes. Después del registro para el vuelo, por separado, obviamente, nos fuimos a esperar en la cafetería. Cuando yo arribé, Manolo ya estaba en el lugar leyendo el periódico (MILENIO, en ese entonces Diario de Monterrey por supuesto), lo que me sorprendió. “Quiubo… ¿A dónde vas cabrón?”, me dijo al saludarnos. Contesté que a Guadalajara a la Feria y verlo torear. “¿Con quién vas… con tu esposa, o algún amigo?”, cuestionó. Le dije, es una sorpresa que te agradará mucho (pues el licenciado González Sáenz, era amigo de Manolo también y jugaban billar en el Club del Pájaro Dormido aquí en Monterrey”. A los pocos minutos llegó al café y obviamente se dieron un abrazo y disfrutamos de una buena taza de café y amena charla. Me dijo Manolo que él se había ido dos días antes porque Vicente Fernández, quien le regaló dos trajes de luces que compró en España a donde había ido de gira, lo invitó a una comida en su finca que ahora se llama Los Tres Potrillos. Total, que me preguntó Manolo en que Hotel nos hospedaríamos, en El Tapatío, le dije y él ocupaba el Camino Real. Total, que pasó por nosotros en una camioneta Suburban con chofer para dirigirnos a la residencia del señor Fernández. Llegamos y él mismo abrió el portón, ya tenía a algunos invitados y en la amplia mesa había de todo, cerveza, tequila, whisky y botana. Y pues ahí estaban sus estimados compadres, los pobres, muy pobres, como fue don Chente, y los ricos, muy ricos, a todos los juntó. Nos presentó a sus hijos: Vicente, Alejandro y Alejandra, a quienes amaba, lo recalcó. Obviamente cantaron Vicente y Alejandro, sin ser artistas todavía, estaban muy chiquillos y lo hicieron bien. “¡Éste va a ser cómo yo o mejor que yo!”, nos dijo refiriéndose a Alejandro y creo que no se equivocó. Total, que juntó a sus compadres ricos con los pobres, y decía que su afecto era por los que tenían mucho dinero y más a los que no tenían nada. Total, que Manolo que me conocía muy bien, observó que se me había subido el tequila y pues le dijo a Vicente que era conveniente que me llevaran a descansar. Y pues escoltado por ellos me trasladaron a una recámara muy completa, con una ama de llaves de edad muy gentil. Ahí descansé y la Ama de Llaves me cuidó, mientras el aquelarre siguió hasta ya entrada la madrugada. Qué tipazo Vicente Fernández, un personaje, magnífico anfitrión y, sobre todo, muy, pero muy sencillo. Esa es la historia… Caray, Los que fuimos ya murieron: Leopoldo González Sáenz, los periodistas Benjamín Vera Calderón, Felipe Soriano y Alfonso Guarro. También acaba de fallecer don Vicente, de manera que sólo quedo yo en este mundo, tal vez por poco tiempo, pues evidentemente que estoy en la lista de los que pronto iremos al lado de Dios. Tengan la bondad de ser felices. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Alejandro Nájera

Comentario:

Más de 104 millones de personas viven en asentamientos populares en Latinoamérica, por lo que trabajar en políticas públicas que ayuden a la reducción de la pobreza es fundamental. 100 voluntades convocadas por TECHO de 7 regiones de la república mexicana se reúnen para plantear soluciones. Durante los días 15 al 19 de diciembre la organización civil TECHO realizará un evento con espacios de capacitación e intercambio entre jóvenes comprometidos y comprometidas con la construcción de ciudades y comunidades sostenibles, y de un mundo más justo, igualitario, integrado y sin pobreza. Para esta sesión más de 100 jóvenes de siete regiones del país participarán y debatirán las distintas alternativas que existen para reducir la pobreza en nuestro país. “Este espacio busca generar concientización y acción social en jóvenes voluntades para que en conjunto con los/as pobladores/as de los asentamientos promuevan la participación ciudadana y el ejercicio pleno de los derechos de todas y todas, la participación en conjunto nos permitirá construir un México justo e igualitario” aseguró Gustavo Alvizo, director General de TECHO en México. A consecuencia de la falta de un plan para recibir a toda la población en ciudades y de los altos costos de acceder a una vivienda, más de 104 millones de personas viven en asentamientos populares en Latinoamérica, según ONU Hábitat. México no es la excepción: si bien no hay un estudio que determine cuántas personas habitan en asentamientos, según CONEVAL, el 11.1% -unos 13.8 millones- viven bajo la línea de calidad y espacios de vivienda, mientras que 7 de cada 10 mexicanos en situación de pobreza viven en una ciudad. TECHO, que trabaja por la superación de la pobreza en asentamientos populares, reunirá a más de 100 jóvenes voluntarios de 7 regiones; CDMX, Toluca, Puebla, Querétaro, Oaxaca, Jalisco y Nuevo León con el objetivo de reconocer problemáticas en común y construir soluciones colectivas a la constante vulneración de derechos humanos que se viven todos los días en asentamientos populares. El cuarto encuentro nacional de voluntarios de TECHO se llevará a cabo gracias a Huéspedes del Mundo-Hoteles City Express. Durante 2 días de trabajo se darán conferencias, talleres, espacios de diálogo, pláticas, sesiones dinámicas para fomentar la innovación, pláticas sobre la no discriminación y género, juventudes como actores políticos, participación para la incidencia, herramientas y la contribución del trabajo de TECHO en los asentamientos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los 2 días restantes se realizará la construcción de 5 viviendas de emergencia en la comunidad Montebello en Nuevo León. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ariel Zapata

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Se pueden seleccionar perfiles, que sí los hay, que tengan conocimiento de la problemática de una ciudad y no los de apariencia conveniente, con harta inexperiencia. Ya lo vimos, el no hacer nada acarrea estancamientos, retrasos, pérdidas de tiempo y el mal humor social a la ciudadanía, a todos nos cuesta. Esto les falta atender a las Autoridades Municipales del área metropolitana, para mal de la comunidad: 1.- Registros desnivelados y sin tapa, ellas terminan en el fierro. 2.- Banquetas con Obstáculos. 3.- Vialidades Ociosas. Y, otras de ellas, supercargadas. 4.- Semáforos innecesarios por cambios en vialidades. 5.- Calles inservibles por uso intensivo en los entornos de los altos edificios que se están construyendo. Su uso intensivo e invasión, afectan a todos. 6.- Drenajes Sanitarios con ductos faltos de capacidad hidráulica. Afloran los flujos por las alcantarillas, con todo y la Sra. Pandemia. 7.- Las salidas en “T” a las avenidas de alta intensidad, principalmente de los Centros comerciales, en lugar de ser salidas paralelas. 8.- Educación Vial intensiva y constante. 9.- Boyas y tachuelas metálicas anti funcionales en las superficies de rodamiento vial, también terminan en el fierro. Hay mejores opciones, que no conllevan inseguridad y más baratas, para regular el tráfico de por sí lento. 10.- Circunvalación de los mismos camiones en una sola vía por Constitución y Morones Prieto, formando circuitos de la Huasteca a Villa Juárez, sin faltar el Tren elevado hacia Villa de Santiago, que puede hacerse bajo el esquema promocional de Obra con participación vecinal. Hay más señalamientos, los cuales han dejado de atenderse, y que después comentaremos como déficit de servicios a la comunidad que pierde tiempo. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro

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​"Con Ojos y Oídos de Niño". Orejas de Papalote, Patas de Gallo, Cuello de Guajolote, Uñas de Perico, Ojos de Cotorra, Dientes de Elote, Nariz de Choque y de Gancho, Patas de Pollo, Cabellera de Gallina recién Pisada, Piel de Elefante y Ojos de Toro loco. Mis santas progenitoras, eran poco afectas, más bien, nada afectas a criticar a nadie, ni a meterse en vidas ajenas. Nunca las escuché hacer comentarios denigrantes, ofensivos, humillantes, o despreciativos, de la apariencia o conducta de otras personas. La regla que mi abuela nos obligaba a guardar y observar, era "Ver, Oír y Callar". Nos decía que una persona bien educada y cristiana, no se metía en vidas ajenas. (Quizá Paty Chapoy y sus princesos, no tuvieron abuelas educadoras). Entonces, se preguntarán ¿Cómo y de quien aprendimos los epítetos calificativos o descriptivos, con los que abrí este artículo? Visitaban nuestra casa, dos tías tremendas, la primera, prima tercera de mi madre, que se aparecía una o dos veces al año. Cuando iba de paso a visitar a sus hijos en Chicago. En aquellos años, se pintaba de verde y azul, el cabello, era muy morena, ¡Imagínensela! La otra tía, era su cuñada. Ambas chaparritas, maniacas y con la voz cascada, y carcajadas ríspidas, como de "Brujer". Coincidieron en la sala de mi casa paterno-materna solo 3 o 4 veces, aunque fueron huéspedes por varios días. Pero bastaron para nutrirnos de municiones verbales, con las cuales nos hostigábamos cada vez que deseábamos molestarnos. Eran feas, como pegarle a Cristo, en salva sea la parte. Comentaba la chiquillería, que no tenían espejos en sus casas, pues los habían roto todos y por eso no se daban cuenta de su fealdad escalofriante, de Cuento de Brujas. El contacto con estas señoras, sus hijos y sus observaciones estéticas, me hicieron desarrollar una horrible afición secreta, jamás revelada a nadie. Que ahora descubro ante ustedes, mis amados y queridos pocos lectores. Me convertí en observador subrepticio, furtivo y solapado, de todas las partes del cuerpo humano, señaladas por aquel dúo dinámico, de destructoras de famas ajenas. Así, ahora poseo colecciones mentales visuales, de cientos de personas que he visto, tanto en la calle, como en mi consultorio. En el diagnóstico psicopatológico forma parte de nuestras habilidades, el observar y describir personas, por sus características más notorias. Quien dijera o se iba a imaginar, que mis primeras lecciones de prosopografía diagnóstica y etopeya. Las aprendería de un par de viejas zafias, oculto detrás del sillón de la sala de mi casa infantil. Y que esta habilidad, permanecería en mí arsenal psicodiagnóstico, a lo largo de toda mi vida. De niño, pasé largas horas observando orejas, ojos, patas de gallo y de gallina, cuellos de guajolote, dientes de elote, narices de gancho y choque. Adenda radiofónica:  Samuel: ¡Regrésennos opus 102 a la banda de FM, la necesitamos los que nos curamos el espíritu con música! Yo quise ser gobernador, ya tiré mis Rolex a la basura, eran solo 10, de verdad ¡créanme! Pero guardé los Patek-Philippe, los Vacheron et Constantin, los Audemars-Piguet, por si se ofrece ir a Palacio Nacional, pos no verme tan chairo. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ricardo Garrés Valdez

Comentario:

Y dale con la ignorancia sistemática. "Ninguna empresa será más productiva por tornarse en un monopolio" Sergio Sarmiento, ignorante de economía profesional, igual que la Tatiana, la que supuestamente es Secretaría de Economía, sin saber nada de esto. Sergio obviamente escribe de lo que no sabe: es un ignaro papanatas. Le voy a dar una lecciómcota de microeconomía. Cuando existen lo que llamamos "economías a escala" estamos tratando el que las empresas mientras más producen, más barato es el costo por unidad, y por tanto pueden vender más barato que sus competidores. Y si "los ayudas un poquito" con la intervención del gobierno, entonces, no hay quien evite que crezcan hasta abarcar el mercado completo de una nación, eliminando a la competencia. Si produciendo más, bajas tus costos, esto te pone en una situación privilegiada: puedes bajar los costos y aumentar las ventas: "Incluso el propio Henry Ford se sorprendió por la cantidad de demanda que respondió al precio más bajo. Una reducción de precio al 35-40 por ciento del precio original aumentó las ventas en más de 700 veces. El hecho es que la relación entre la reducción de precios y la expansión de la demanda es asimétrica." Ni modo, Sergio y Tatiana exponen su ignorancia, por escribir y hacer lo que ignoran: Sócrates los hubiera expuesto fácilmente si viviera. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.