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Autor: Óscar Tamez Rodríguez

Comentario:

Estimado amigo José Rivero, te saludo y agradezco tus comentarios. Como te respondí en el correo electrónico, quizá me confundiste, el 23 de noviembre no escribí sobre seguridad. Igualmente te dejo un afectuoso saludo y el agradecimiento por leer mi espacio en Monitor Político. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ariel Zapata

Comentario:

Ha tiempo, Dios me puso donde quería en lugares diversos y afines para el desarrollo de la práctica de la Ingeniería en casi todos los campos que la misma abarca. Pues bien, heme de nuevo en los ámbitos que conciernen a la luz, de poner todos los medios posibles para que las cosas se hagan lo mejor, en función de los recursos disponibles y desde luego de las circunstancias que se sucintan al momento de crear algo bajo la iluminación del Creador a pesar de las inercias que se presentan en toda obra que se quiera llevar a cabo. Recuerden que transformar un lugar o algo, es de la más alta consideración en la prevención que se requiera tener, al modificar conductas y comportamientos humanos para afectar al mínimo a terceros, no sólo se modifican hábitos de consumo y de mercado, en este sentido, se puede tender hacia lo más justo pensando de antemano en las modificaciones que se puedan generar. Esa planeación inmersa de toda obra es necesaria conocerla prospectivamente para un mejor funcionamiento al mejor costo. Y, aquí es donde me atrevo a sugerir a Directivos y al presidente de Tigres, Mauricio Cubero, en cuanto al proyecto del posible nuevo Estadio, que puede contemplar, para el análisis la mayor parte de las probabilidades posibilidades al considerar su realización. Es saludable recordar que el Estadio de CU de la UANL, en 1969, estuvo parado sin funcionar y que me tocó desfogar las limitaciones que se dieron para su completo funcionamiento hasta la fecha. También es de mencionarse que el Estadio Rayado en Guadalupe, se encargó, creo que, a una firma inglesa, para un clima que no es el nuestro. En verano no hay una ventilación natural. También aconteció la necesidad de rediseñar la estructura no estándar, marco por marco y su conllevado procedimiento de soldadura, por un compañero de la División del Doctorado de la Facultad de Ingeniería Civil de la UNAM y también de la Facultad de Ingeniería Civil de la UANL, el Dr. Guillermo Villarreal Garza. Con todo respeto, será necesario, Sr Cubero, contemplar todas las rutas posibles para la realización del Nuevo Estadio. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro

Comentario:

"Con Ojos y Oídos de Niño... de 80 Años." (//1//). La Mordida en el DF, en los 60. En algún momento de esa década, salió a la luz en el DF, el resultado de una encuesta aplicada a varios cientos de automovilistas. El tema era acerca de las "mordidas" de los agentes de tránsito en la CDMX. Las conclusiones pasmaron a todos los que las leyeron. Más del 95% de los encuestados, estaban de acuerdo con el sistema de mordidas, implementado por los "Tamarindos."  Esto, entre otras, por las siguientes razones. La 1a., que, el monto de las multas era menor, se podía negociar y llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. La 2a., que los agentes eran bastante razonables y sensibles, a las necesidades del sapo que iban a apedrear. Es decir, no abusaban si veían muy fregado al "Cliente". La 3a., que de ese modo no tenían que perder tiempo, yendo a pagar las multas al Departamento Central, del DF. Lugar donde los burócratas eran menos flexibles y más indiferentes, a las súplicas de los infractores. La 4a., que las cosas quedaban resueltas "Ahí y ahora", sin manchas en su historial. Y a veces podían contar con la colaboración de los cuicos, para resolver problemas derivados de la multa. Como escoltarlos a algún taller, que les repusiera un foco fundido, una calavera rota o pequeñas reparaciones, para que continuaran su marcha. No sé si el sistema descrito, siga operando en aquella ciudad. Pero, aquí, en Monterrey, a veces podemos contar con esas "Ayudas", a la mexicana. ¿Cuál es la moraleja de esta situación, que hemos practicado por años, al cruzar la frontera de regreso, o al pagar los impuestos? O darle una propina a los de la CFE, para que nos esperen un día, para pagar el recibo y no nos corten la luz. Todas estas conductas típicamente mexicanas, (no lo creo), coinciden con la etimología latina de corromper, que significa, "Romper entre dos". Que como podemos ver, es un fenómeno social bipolar. En cuyos extremos, hay uno listo para corromper y otro, decidido a dejarse querer, con una mordidita en la mano o golpe al bolsillo. Como dice nuestro refrán, "Tanto peca el que mata la vaca, como el que sostiene la pata". AMLO, ¿Crees de verdad que estás acabando con la corrupción en México? Como puedes ver, son puros sueños guajiros y palos de ciego, los que estás dando con tu obsesión evangélica número uno. (//2//). La Ciudad de México, Centro Nacional de Dispersión de Neoplasias Idiomáticas, en el País. "Biyuyos, chescos, quecas, chamaquear, cajetearla, chompeta, chinampina, machincuepa". Son solo unos ejemplos recientes de lo que trato de explicar, como un fenómeno típico de la capital del país. Sin el menor prurito o escrúpulo, todos los días, en los programas chilangos de televisión, aun los más connotados y "cultos" locutores, se expresan con palabras novedosas. Parecen hijos o alumnos de AMLO, por su importamadrismo de la importante actividad que desempeñan. Y por su responsabilidad para con el pueblo mexicano, que los escucha y deseducan. Se sienten soñados, cada vez que le asestan un golpe bajo o una puñalada por la espalda, al idioma español. Y se felicitan mutuamente, con singular alegría. Recuerdo que, cuando era niño, iba a la CDMX de vacaciones, había muchas palabras escuchadas en boca de mis primitos, que no entendía y se burlaban de mí. Los chicos chilangos, creen que son adultos, cuando logran dominar este peliagudo arte de deformar el idioma. Incluyendo los albures, típica costumbre capitalina. Recordemos, que una característica de los esquizofrénicos, es precisamente la modificación de los conceptos. Estos son los ladrillos que sostienen la pared de un lenguaje. Desde múltiples trincheras, en especial, de los medios, se atacan los cimientos de nuestra sociedad. Ya sean valores, creencias, tradiciones y especialmente el idioma. Hasta nuestro presidente contribuye en esta campaña destructora. Así, ¿Qué podemos esperar de los menos educados? Los llamaremos, esquizofrénicos "atenuados". ¿Están de acuerdo? Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Autor: Ricardo Garrés Valdez

Comentario:

Los ciudadanos no han caído en la cuenta que vivimos en un fraude histórico en México. No tenemos un sistema republicano democrático, sino uno monárquico por elección, donde cada cierto número de años los zonzos, ignorantes y atrabiliarios van a las urnas a votar por su próximo verdugo, quien siempre necesita dinero y lo primero que piensa es como aumentar los impuestos. Y claro, siempre los malos hechos, como la primera justificación de Adán "La mujer que me diste por compañera, me dio del fruto, y comí." y luego la segunda, de Eva: "La víbora me engañó." Observen como después de cada elección, el ganador empieza a pontificar al pueblo ignorante; mediocre cuando mucho, en general inferior, sobre todo, porque el voto le vació, como aceite de la unción en su mini cerebro, sabiduría; no de lo alto, más bien de lo bajo: "pero algo es algo", y suficiente para esquilmar a los infelices ciudadanos, quienes, como en tiempos  de peores siglos, cuando moría un rey, los siervos solo ponían su esperanza en que el próximo rey "no iba a ser tan malo"... Mientras, la "maldita clase media", según AMLO, es una bendición para los políticos payasos: "todos... los expolian, los limpian, les dan malos servicios, cuando se los dan, calles destrozadas, pésima recolección de basura, la ciudad hecha una ruina con basureros por doquier, nada de seguridad, crímenes por todos lados, y los políticos tan frescos, cobrando, dándose bonos por los ladrones que son, y comprándose autos nuevos porque son mu fis... para robar, claro. Conste que pertenezco a esa "maldita clase media", y como ellos hago lo mismo: "nada." Como que ya es tiempo de empezar a rebelarnos contra los payasos aventureros que ocupan un cargo político por unos años, destruir las leyes y reglamentos que hacen posible sus raterías, y cambiar completamente la vida mexicana, destruyendo las malas instituciones: "todas" que dan fundamento y fuerza al despojo de los ladrones. ¡Vive la revolution! Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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