Autor: Luz María Ortiz Quintos
Comentario:
La unión hace la fuerza… En esta semana veremos en Nuevo León una alianza rumbo a las elecciones del 2024. Los ciudadanos seguimos con la esperanza de un mejor estado. En las últimas décadas, le hemos dado la oportunidad a las diferentes propuestas políticas e independientes, creyendo que ahora sí nos irá mejor… Y vaya chascos que nos hemos llevado, al grado de decir: “estábamos mejor, cuando estábamos peor” y también: “los otros robaban, pero repartían”. Ahora vemos un autoritarismo extremo que está destruyendo las libertades en todas las áreas, temas pilares de cualquier sociedad como salud, educación, seguridad y justicia, van de mal en peor, y ni qué decir de la libre empresa, la libertad de expresión y la libertad religiosa… Estamos en un tiempo de retroceso que, si no paramos, seremos culpables por no hacer nada. La responsabilidad es compartida, por un lado, están los grupos políticos que se deben esforzar por cumplir con sus principios, estatutos y reglamentos, algunos con muy buenas propuestas que quedaron en letra muerta, personajes que buscan el poder para su propio bien, olvidando a los miles de ciudadanos que representan, para los que trabajan. Personajes sin escrúpulos que mienten, roban y engañan como si nada. Y también los ciudadanos que muchos se prestan a la corrupción, participando en procesos no legales, vendiéndose por “un lonche y una coca” que ahora también los vemos con un “Hueso” en el gobierno. Así es que, a estas alturas, o se retoman la ética y la moral de estos grupos, coaliciones y alianzas o será la misma triste historia de decepción. Estamos a casi un año de ver la lotería política, las cartas en el juego… ojalá que verdaderamente ganen los mejores perfiles con trayectoria impecable, y no los que compren más voluntades. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro
Comentario:
"Con Ojos y Oídos de Niño... de 81 Años, Clamando en el Desierto". Para Entender la Política de AMLO, hay que Entender su Filiación Evangélica. Creo que fui de las primeras personas que, criticando la forma de gobernar de AMLO, detectó sus afinidades con los grupos evangélicos de México y de otros países, como gringolandia y Trump. Para muchas personas, no es un secreto la postura evangélica respecto a la enfermedad, las vacunas y las medicinas. Prefieren dejar morir a sus pequeños hijos, adultos o viejos, antes que oponerse a la voluntad divina que los ha hecho caer enfermos, por y para designios desconocidos. Por lo tanto, se oponen a todo tipo de intervención humana que pueda interferir con los planes del Altísimo, para aquellos pobres infelices escogidos para el sacrificio. ¿Les parece congruente esta explicación, con la falta de medicamentos anticancerosos para niños ya en tratamiento y el desabasto de medicinas, en todo el sistema nacional de salud? La tan cacareada "Inmunidad de Rebaño", de López Gatell, para que se mueran, los que deban de morirse, es otro ejemplo, de esta política mortuoria. Así como el "Abrácense, no usen cubrebocas, no pasa nada", que causó más de 600,000 defunciones por COVID. Y el más grave e idiota de, "El COVID, solo les da a los ricos, a los pobres no", del fallecido gobernador de Puebla, correligionario de AMLO. Por el contrario, el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica propone que la vida humana es un don de Dios que debe defenderse a toda costa, aún con la fuerza del estado y otros medios, como las medicinas y los tratamientos médicos. Cuando trabajé en una aerolínea nacional, en el DF, tenía que ir a menudo al aeropuerto de la Ciudad de México. Ahí me tocó ver familias enteras de evangélicos, que se negaban a vacunarse contra las enfermedades para las cuales la OMS exigía la protección de una vacuna. Se veían en el dilema de ponérsela o regresarse a sus países, en el próximo vuelo, pues no podían permanecer en suelo nacional, sin ese requisito satisfecho. Los que aceptaban vacunarse, pedían inmediatamente un algodón con alcohol con el cual trataban de limpiar la vacuna, esparciéndola por todo el brazo y causándose daños e inflamaciones tremendas. ¡Lo que ellos veían como un castigo divino a su desobediencia! Para los evangélicos, no hay otra fuente de información para todos los problemas de la vida humana, más que la Biblia. Fuera de ella, nada es válido, ni necesario para los humanos, ni siquiera las más acuciosas y estrictas disciplinas científicas, apoyadas en la investigación seria. Por eso, AMLO está en contra de las instituciones científicas, llámense estas CONACYT, UNAM, o las demás que se encargan de administrar el avance de la ciencia en México. AMLO se ha instalado cómodamente en una incultura supuestamente bíblica, lo que no es más que simple holgazanería y pereza, ante los grandes retos de su investidura como supuesto jefe y cabeza de una grande y gloriosa nación, como es México. Estos ejemplos que he proporcionado fueron obtenidos por mí, a través de los años de largas discusiones y polémicas, con mis amigos evangélicos, que me dieron acceso a sus núcleos dogmáticos. Hay muchos otros puntos tangentes con la Biblia, en las políticas de AMLO. La desobediencia a las instituciones humanas, poseer un solo par de zapatos o traje, traer solo $200.00 en la bolsa, mofándose de los mexicanos con estos desplantes de pobreza franciscana, o con las estampitas en su cartera. Pero, a todo lo anterior hay que agregarle la cantidad de promesas incumplidas, las mentiras flagrantes y evidentes, las ofensas y amenazas diarias a los opositores y disidentes, que contradicen sus supuestos postulados, de abrazos, no balazos. Apoyándose en las posturas evangélicas de que, "El que conmigo no junta, desparrama" y el que "No está conmigo, está en mi contra". Pero, sobre todo, como un nuevo san Pablo de Tarso, persiguiendo a los que se robaban el diezmo o no lo daban, que era en aquellos lejanos tiempos, el peor de los pecados, ahora llamado corrupción por AMLO, pero sin voltear a ver a sus hijos y parientes. Nota bene y duda existencial; ¿Podremos aceptar y tolerar, que, siendo México, un país con una confesión religiosa mayoritaria, permitamos que se nos divida con un plato de lentejas o 30 monedas de plata, en forma de beca o pensión? Es pregunta. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
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