Autor: José Rivero
Comentario:
Nuevo Régimen. Ante el rotundo fracaso del supuesto régimen político-social actual se impone la necesidad de organizar un nuevo régimen, por ejemplo, un régimen político de tipo democrático-parlamentario. El nuevo sistema se basaría en la división de poderes, con un jefe de Estado que sería el presidente Federal y un jefe de Gobierno que sería el Canciller Federal. El poder legislativo recaería en el Parlamento, que estaría compuesto por dos cámaras: el Consejo Nacional o sea la cámara baja y el Consejo Federal o sea la cámara alta. Así se organizaría la República federal parlamentaria. El jefe de Estado sería el presidente Federal elegido por sufragio popular para un mandato cada seis años. A su vez El Canciller Federal elegido por el Consejo Federal sin un término fijo encabezaría el gobierno y sería responsable ante el Parlamento. La responsabilidad Legislativa caería en el Parlamento bicameral integrado por el Consejo Nacional y la cámara baja. Sus miembros podrían ser elegidos por voto popular cada cinco años. Este régimen contaría aparte por un Consejo Federal o sea la cámara alta, compuesta por miembros de talentos reconocidos. El país seguiría dividido en 32 estados federados autónomos. El Poder Judicial Federal estaría separado totalmente de los poderes ejecutivo y legislativo. Estaría pendiente organizar para cada entidad federativa su propia estructura.
Autor: Ernesto Piñeyro-Piñeyro
Comentario:
"Con Ojos y Oídos de Niño... de 84 Años, Clamando en el Desierto". Los Anuncios Tarabilla, Mala copia gringa. Ya he descrito y señalado las diferencias idiosincráticas entre los gringos y nosotros. Ellos, son maníacos y hasta hiper maníacos, es decir, rápidos, acelerados aún en las funciones más personalísimas de su vida, como pueden ser comer, descomer y hasta amar. Dicen ellos con sumo orgullo: "I like to work fast!", como si fuera una virtud aplicarlo en todas esas situaciones tan importantes de la vida y desprecian a quienes no se comportan de esa manera. Yo creo que es parte de la herencia de identidad que les dejó uno de sus Padres Fundadores, Benjamín Franklin, cuando acuñó el dicho, "Time is Money". Este carácter nacional, se refleja hasta en el campo publicitario, en el cual producen anuncios que son verdaderas Tarabillas, con la esperanza de aprovechar mejor los poco segundos que tienen a su disposición, para transmitir sus mensajes motivacionales y publicitarios, a veces repetitivamente. Acabo de regresar de gringolandia, donde pasé varias semanas invitado por mi hija y mi yerno y me "Chupé a Huevito", decenas de estos jodidísimos anuncios, que están para el perro, como decimos acá de las cosas mal hechas. Hay un libro bobo, que ha hecho época entre los estudiosos de la conducta verbal humana y cuyo nombre no recuerdo. Plantea la posibilidad de comunicar, persuadir y confirmar, un mensaje, opinión, propuesta, proyecto, idea o lo que sea, en 60 segundos, que es lo que dura un típico anuncio de radio o televisión. ¿Qué les parece, son maníacos o no? ¡Como si fuera a acabarse el mundo, si se tardan más! Lo malo es que, nuestros anunciantes, aún los viejones, se tragan enteritos los modelos publicitarios gringos, sin darse cuenta de estas diferencias abismáticas Indiosincráticas, (sic), y manera de vivir, entre ellos y nosotros. Je, je, je, Les pondré otro ejemplo, es de las series de acción televisivas que, en una situación de emergencia, cuando un personaje le da a otro su número telefónico, que usualmente son de 7 o 10 cifras. Lo hace a una velocidad de relámpago, sin repetirlo y sin anotarlo el receptor y a pesar de eso ¡Recuerda toda la retahíla numérica! Hace años, mencioné que, a mis 21 años de edad, noté las diferencias habidas entre los médicos y enfermeras gringos, comparados con los médicos latinos y latino americanos, cuando se reunían en el comedor del hospital, en el cual mi hermano Víctor Manuel era residente en psiquiatría. Médicos y enfermeras gabachos, comían de "Escopetazo" y se levantaban de la mesa aun masticando su comida. Mientras, todos los galenos latinos, sin excepción, se mantenían charlando, conversando amable, cortésmente, intercambiando opiniones, repitiendo la taza de café, que a veces se servían entre ellos, como muestra de cortesía. Los empleados del refectorio hospitalario, los veían y se asombraban y a veces se molestaban con este sosiego y parsimonia muy nuestra. Eso pasaba en 1962, ¡hace ya 63 años! Profesores y Maestros de las escuelas de comunicación ¡Enséñenles a sus alumnos estas diferencias! Son muy importantes para salvaguardar la identidad nuestra de pueblos Triplemente Mediterráneos que somos adoradores del Sol fecundo, la Tierra ubérrima, la Naturaleza feraz y sus frutos abundantes y bendecidos por el Creador.
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